El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, aseguró ayer que su país liberará hoy al piloto indio Abhi Nandan, arrestado el miércoles después de que su caza fuera derribado por las Fuerzas Aéreas paquistaníes durante un combate aéreo no visto desde hacía 48 años entre las dos potencias nucleares del sur de Asia.

“El piloto indio está bajo nuestra custodia, le liberaremos mañana como gesto de paz”, comunicó el dirigente paquistaní durante una sesión parlamentaria televisada en directo. Khan agregó que el miércoles por la tarde trató sin éxito de hablar por teléfono con su homólogo indio, Narendra Modi, al considerar que una escalada de tensión no va en el “interés” de ninguna de las dos naciones vecinas.

El anuncio de la liberación fue acogido con frialdad por las autoridades indias. Ante el silencio elocuente del líder nacionalista indio, el vicemariscal de las Fuerzas Aéreas indias, R. Kapur se limitó a decir que aunque “feliz” por la noticia, “sólo” consideraban la liberación “un gesto en consonancia con la Convención de Ginebra”.

Preparados para la guerra. Tanto las Fuerzas Armadas indias como las paquistaníes afirmaron estar preparadas ante cualquier posible agresión de su eterno enemigo, con el que han librado desde la partición del subcontinente indio en 1947 tres guerras y varios conflictos menores.

El Ejército paquistaní dijo en un comunicado estar “en alerta máxima  para frustrar cualquier agresión india”.

Con el mismo guión, el general mayor de las Fuerzas Armadas indias, Surendra Singh Mahal, declaró que “estamos completamente preparados y en un alto nivel de presteza para responder a cualquier provocación de Pakistán”.