Metrópoli

Pandemia amenaza las finanzas de Tepito

En buena parte del Barrio Bravo las ventas disminuyeron y la economía en la zona se frena estrepitosamente; no así las amenazas, extorsiones, cobros de derecho de piso…

En buena parte del Barrio Bravo las ventas disminuyeron y la economía en la zona se frena estrepitosamente; no así las amenazas, extorsiones, cobros de derecho de piso…

Pandemia amenaza las finanzas de Tepito

Pandemia amenaza las finanzas de Tepito

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"No me alcanza ni para pagar el derecho de piso", comenta Edson, vendedor de artículos para celulares, en una de las zonas más transitadas y problemáticas de la ciudad, el barrio de Tepito. Desde la llegada de la pandemia de coronavirus, cientos de establecimientos como restaurantes, cines y bares se vieron afectados por el poco flujo de personas dejando una derrama económica mayor a sus ganancias.

Ahora, con las nuevas implementaciones del gobierno de la CDMX, estos establecimientos tendrán que cerrar para disminuir la propagación del coronavirus.

Los vendedores ambulantes se ven envueltos en la misma problemática, las ventas disminuyen y cada vez son menos las personas que acuden a las calles del barrio a realizar sus compras.

“La venta cada vez va más floja, ya casi no vienen clientes, en parte les da miedo de que los vayan a robar; en parte les da miedo el virus”, comenta Edson.

Para los ambulantes de la zona, esta pandemia implica la bancarrota y la pérdida total de sus negocios. “Vivo al día, si no genero ni siquiera 20 varos, no come mi familia”.

Las calles que anteriormente eran transitadas por un numero incontable de transeúntes, hoy lucen casi vacías, son pocos los clientes que aún van a realizar sus compras.

“Tengo que venir a surtirme, mi negocio no puede quedarse sin mercancía, sé que me puedo contagiar, pero no puedo parar, tengo una familia que mantener”, dice ­Lola clienta frecuente del puesto de películas la zona.

Cada tercer día se desplaza desde Ecatepec hasta el centro de Tepito para realizar sus compras, lo que ahora se ha convertido en un problema, la baja en las ventas no le permite ni siquiera pagar el pasaje.

Los puestos de micheladas, que anteriormente estaban repletos de personas, hoy se encuentran casi vacíos, las ventas escasean y las rentas siguen aumentando.

Pamela es otra de las afectadas por la pandemia de COVID-19; como propietaria de un puesto de cervezas se ha visto obligada acerrar hasta que la situación mejore.

“Son más los gastos que genero al venir aquí, que quedándome en mi casa; tengo que pagar la cerveza y el sueldo a mis empleadas, apenas y generamos 300 pesos al día”.

Y es que no sólo la crisis económica los ha impactado, las “cuotas” diarias aumentan cada vez más obligando a los comerciantes a cerrar.

“Antes me pedían 25 diarios, ahora 120 y son obligatorios, no hay chance de nada y los clientes ya ni siquiera quieren venir”, comenta a Crónica uno de los vendedores que ha decidido permanecer en el anonimato.

Las medidas sanitarias son nulas en la zona, son pocas las personas que han implementado en sus puestos el uso de gel antibacterial y cubrebocas.

Tanto los puesteros como los transeúntes hacen caso omiso a las indicaciones de la Secretaria de Salud, es común ver a las personas dándose la mano y saludándose de beso.

Ante la baja en las ventas locales, el crecimiento en sustancias no permitidas (mariguana) ha ido en aumento. “El vicio es lo que deja, a mí la crisis no me ha alcanzado, con o sin virus la gente sigue viniendo a surtirse”, dice El Gatito, vendedor local.

Las zapaterías y peleterías que anteriormente abundaban en la zona, hoy pasan por uno de sus peores momentos, a pesar de lidiar con la obstrucción de sus locales por parte de los puestos, ahora luchan contra la crisis económica.