Opinión

Cuadernos de ciencia ficción

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La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
 Participación Ciudadana 7.0-  Movilidad Social

Yo apostaría que si hoy hacemos una encuesta en la que le preguntemos a los mexicanos qué pedirían si tuvieran tres deseos para el país, uno de ellos sería, para la mayoría, el terminar con la pobreza, mejorar nuestras condiciones de vida. Pero dado a que eso de los tres deseos resulta ser más una ficción que una realidad, la pregunta debería ser ¿Qué podemos hacer como ciudadanos? La innovación y las nuevas herramientas digitales, están cambiando a la sociedad civil. Nuevas posibilidades se abren para la participación ciudadana.

Si nos preguntamos si en México los hijos están viviendo mejor que sus padres, según el INEGI; en educación (INEGI, Movilidad educativa 2018) sí hemos tenido aumentos intergeneracionales ya que dos terceras partes de la población han logrado un nivel de escolaridad mayor al de sus padres; en movilidad ocupacional (INEGI, Movilidad ocupacional 2018) los resultados muestran que las oportunidades de logro ocupacional están condicionadas al sector social; en movilidad económica,  según la Cepal (Solís), los ingresos económicos de las personas no han incrementado. Es decir, en México, el hecho de tener una educación mayor a la de tus padres, no se ve reflejado en un incremento en el ingreso. Necesitamos abrirnos oportunidades en México.

Por el contrario, Dinamarca, Noruega, Finlandia y Canadá son los líderes mundiales en movilidad económica intergeneracional. Canadá le gana por el doble en el ranking a Estados Unidos. (Economic Mobility Project-Pewtrusts). Así que hoy podemos afirmar que el “sueño americano”, en América del Norte, se encuentra en Canadá. Hablando del sueño americano, en la actualidad, un chico pobre que nació en China, tiene muchísimas más posibilidades de mejorar su vida que un joven pobre americano. En términos de modelo económico, China ha logrado sacar de la pobreza a 800 millones: 2.5 veces la población de Estados Unidos aproximadamente (NY Times). Paradójicamente, tanto en Estados Unidos como en China la polarización de la riqueza ha aumentado drásticamente. “Demasiada gente siente que ha sido dejada atrás y que sus hijos tienen pocas oportunidades para salir adelante” Gabriela Ramos, directora OCDE y Sherpa. Necesitamos abrirnos oportunidades a nivel mundial.

¿Cómo podemos contribuir? Uno de los casos de éxito citados por el REAP MIT (Regional Entrepreneurship Acceleration Program del Massachussets Institute of Technology) aquí en México es el el “Innovation Hub del iLab”, el IDE (Innovation driven entrepreneurship bootcamp). El programa logró captar a miles de alumnos, de todas las clases sociales, niveles educativos y edades, impulsando una “cultura emprendedora” enfocada a la movilidad social. La mezcla de perfiles y de perspectivas permitió elevar la creatividad de las soluciones propuestas.

Otro ejemplo lo encontramos en la industria privada. Este año, PricewaterhouseCoopers (PWC), en Inglaterra, fue reconocida como la empresa del año en promover movilidad social. La empresa contrató a personal de los más distintos orígenes, logrando abrir oportunidades para la mayor cantidad de gente posible. De igual forma, para incrementar y democratizar las oportunidades en México, la participación activa del sector privado es importante ya que éste puede otorgar oportunidades a perfiles de distintos orígenes. Es un esfuerzo importante tanto en grandes como medianas y pequeñas empresas. Uno de los riesgos más grandes que causa la poca movilidad social es desincentivar la productividad.

Por otro lado, la acción millennial es un ejemplo a seguir. Según un estudio del Case Foundation, lo millennials presentan las siguientes características: están comprometidos con fomentar el cambio social en el día a día, son activistas naturales, siguen causas no instituciones, valoran la acción colectiva. Un ejemplo de iniciativas que han nacido en este cambio de mentalidad es KIVA.

La falta de movilidad social en México, además de fomentar una injusticia social, genera desamparo social. Si medimos la felicidad social en un país, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), vivir en una sociedad con movilidad social promueve un sentido de satisfacción de vida en los ciudadanos.

Esto lo reconocimos en Cerebro México, el año pasado, mientras hacíamos investigación y labor social en Xochimilco. Cerebro México es un Laboratorio de pensamiento colectivo que lanzamos y se viralizó en el sismo del 2017. Los pobladores de San Gregorio nos contaban que en su comunidad abundaban los contadores, abogados, maestros, ya que ellos eran hijos de campesinos. Sus padres, siendo analfabetas, los habían impulsado mucho a estudiar y superarse. Actualmente, la falta de oportunidades exponencía el desempleo, por lo que los licenciados se ven forzados a regresar al campo. Juan, que siendo contador se desempeña como maestro, con un ingreso familiar de 12,000 pesos al mes, (nuestra clase media mexicana) nos contó cómo los jóvenes de la comunidad ahora dejan de estudiar y anhelan ser mototaxistas. Me pregunto qué incentivo tienen en estudiar si sus padres no pueden ejercer sus licenciaturas.

¿Qué sectores han tenido movilidad social? Y… ¿A qué se ha debido? A pesar de que aún nos falta mucho a las mujeres para romper los techos de cristal y emparejar el piso salarial, entre muchas cosas,  uno de los casos de éxito en movilidad social que se citan somos nosotras. De 1974 al 2004, el salario medio de una mujer en sus treintas se ha incrementado cuatro veces según el Brookings Institute. Esto se lo debemos al movimiento feminista internacional, que ha luchado por estas causas. Una gran coordinación social.

Cuadernos de Ciencia Ficción. Imaginemos un país, Moyokoani, en el 2040, en el que hay un esfuerzo compartido por toda la ciudadanía para abrirle oportunidades laborales a la mayor parte de la sociedad. ¿Cómo se vería esto? Entre otras cosas, podría ser un sello empresarial que certifique a las empresas que siguen una política de contratación de perfiles con distintos orígenes sociales.