Opinión

Participación ciudadana en programas de desarme, un antídoto contra la violencia

Participación ciudadana en programas de desarme, un antídoto contra la violencia

Participación ciudadana en programas de desarme, un antídoto contra la violencia

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El pasado 11 de julio tuve el privilegio de ser invitada por la Secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, la licenciada Rosa Icela Rodríguez, para ser partícipe del exitoso programa denominado “Sí al Desarme, Sí a la Paz” en la Alcaldía de Tláhuac. Este programa ofrece a los habitantes de la Ciudad de México un cambio de armas de fuego por apoyos económicos, con lo cual se busca contribuir a disminuir los altos índices de violencia, generando conciencia en la población sobre los riesgos de contar con armas de fuego y municiones. Las armas son destruidas al momento de la entrega, con el propósito de crear una cultura de paz y no violencia mediante el canje de armas y juguetes bélicos.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México del 21 de enero al 9 de julio se ha logrado la recuperación y destrucción de 3,486 armas de fuego. Indiscutiblemente este tipo de programas ha resultado una buena iniciativa para disminuir la violencia que aqueja a nuestra  Ciudad y a alcaldías como Tláhuac.

¿En dónde radica el éxito de este programa? La respuesta se encuentra en el eje transversal del mismo programa, que es la participación ciudadana.

Debemos recordar que la participación ciudadana es un derecho de todos los ciudadanos, pero sobre todo representa una oportunidad histórica de intervenir y colaborar, individual o colectivamente, en las decisiones públicas y actos de gobierno.

“Sí al Desarme, Sí a la Paz”, es un programa que permite que se abata la desconfianza que tiene el ciudadano hacia su gobierno, y al mismo tiempo combate la violencia a través de mecanismos transparentes, confiables, pero sobre todo, pacíficos.

En la medida que más participemos, mayores posibilidades tendremos de fomentar y construir relaciones democráticas y respetuosas en nuestro hogar, escuela, trabajo y comunidad en general.

Debemos tener bien claro, que ante coyuntura difíciles como las que estamos viviendo, lamentarse o ser apáticos ante los asuntos públicos no soluciona los conflictos sociales.

*Coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido Verde ­Ecologista de México en el ­Congreso de la CDMX