Metrópoli

Peregrina María por dependencias para denunciar acoso sexual en el bar Kinky

En el Ministerio Público de Cuauhtémoc no hubo abogada que la auxiliaría; personal de la agencia la envió a la alcaldía a levantar la denuncia.

En el Ministerio Público de Cuauhtémoc no hubo abogada que la auxiliaría; personal de la agencia la envió a la alcaldía a levantar la denuncia.

Peregrina María por dependencias para denunciar acoso sexual en el bar Kinky

Peregrina María por dependencias para denunciar acoso sexual en el bar Kinky

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

María no solo fue víctima de acoso sexual en el bar Kinky e ignorada por policías capitalinos, quienes no activaron los protocolos de violencia de género, sino también ha vivido todo un viacrucis al querer denunciar la agresión.

Lleva dos días tratando de que se le haga justicia sin tener éxito. María se presentó en el Ministerio Publico CUH 5, localizado en la colonia Santa María la Ribera, oficina donde no fue atendida por una de las especialistas que forman parte del programa Abogadas de las Mujeres, estrategia que anunció la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum para la erradicación de la violencia en contra de la mujer.

A su llegada al MP no había abogada alguna en el módulo de atención durante todo el tiempo que la joven permaneció en el sitio.

Luego de una hora, la joven pudo ser atendida por personal del MP que le informó que en el sitio no podía levantar ningún tipo de denuncia, puesto que no les correspondían esos temas.

Los servidores públicos le recomendaron acudir a la alcaldía a levantar una queja en contra del bar Kinky y contra los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que se negaron a brindarle la atención luego de ser agredida sexualmente en el bar.

Le explicaron a la joven que en la alcaldía Cuauhtémoc sería el sitio donde se podría iniciar una carpeta de investigación en contra de los empleados del Kinky y los policías que no le brindaron el apoyo.

Después la mujer se dirigió a las oficinas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, ubicadas en la calle de Liverpool, colonia Juárez. En el primer piso del edificio inició la carpeta de investigación número 008357 en contra policías capitalinos: Julio César Moreno Santana, Ricardo Cruz González y Santiago Lorenzo Jesús y de la unidad MX-135, quienes se negaron a ayudarla el día que fue agredida sexualmente.

María no fue a la alcaldía, pues todo mundo sabe que esos trámites se realizan en el MP.

Fue a presentar la queja ante la Dirección de Supervisión y Seguimiento de Denuncias de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, puesto que en la Agencia de Atención contra la Violencia de Género, de la PGJ,  no podían atender el caso.

DESLINDE.  En el lugar se le informó que la carpeta de investigación que fue abierta en la SSC tendrá que ser ampliada pasados 10 días hábiles, anexando cómo ocurrieron los hechos en el interior del bar Kinky.

Abogados de la SSC, donde María acudió a levantar su denuncia, le comentaron que como parte de la investigación se podrán solicitar los videos al interior del bar para poder determinar cuál fue el actuar del personal del establecimiento, y quiénes dejaron escapar al agresor, así como la geolocalización de la patrulla que nunca acudió al lugar de los hechos para de esta forma poder sancionar a quienes resulten responsables.

El lunes pasado, Crónica publicó que en la Ciudad de México, por lo menos en la Zona Rosa, no se están activando los mecanismos para frenar la violencia de género, como lo prometieron las autoridades.

Y es que el fin de semana pasado, un sujeto, sin importar que hubiese gente a su alrededor, manoseó a María, una joven de 24 años, quien identificó a su agresor y pidió a los encargados de seguridad del Bar Kinky, así como a al menos ocho policías capitalinos, detener al sujeto.

Sin embargo, los uniformados lo dejaron ir, bajo el argumento  que no era su sector y que otra patrulla atendería el caso.

Al final el agresor se fue del lugar como si nada, con ayuda de los empleados del bar y la displicencia de los uniformados de la SSC.

DESLINDE. A 48 horas de la agresión sexual a María, el bar Kinky emitió un comunicado en el que asegura que no dejaron escapar al agresor, sino que huyó y no lo pudieron detener.

En el documento con fecha del día de ayer, la empresa asegura que en los videos no se puede ver la agresión debido a que en el lugar se encontraban más de mil personas. Se comprometieron a facilitar las videograbaciones a las autoridades para esclarecer el caso y no hablaron sobre la forma en sacaron a la mujer del lugar.

Tampoco hicieron referencia al actuar del personal, como el gerente y los meseros, quienes no hicieron esfuerzo alguno por auxiliar a María.