El director de la Agencia de Gestión Urbana (AGU), Jaime Slomianski, informó que la construcción de la planta de termovalorización será construida en el Bordo Poniente y la empresa que gane la concesión deberá edificar un parque en Tláhuac, como parte de las afectaciones generadas por las obras de la Línea 12.
En entrevista con Crónica, el funcionario dijo que la planta será instalada en terrenos federales del Bordo Poniente, por lo que el gobierno local ya realiza las gestiones para obtener los permisos correspondientes.
Slomianski precisó que en las bases de licitación también se planteó construir un parque ecológico en la delegación Tláhuac, a modo de restauración, debido a las afectaciones que resultaron por la construcción de la Línea 12.
El titular de la AGU explicó que el proceso de termovalorización convertirá de los desechos inorgánicos en energía a través de una combustión controlada que genera vapor, el cual después es transformado en electricidad mediante una turbina.
“La energía es la que va a ir al Metro. La tecnología de punta controla de manera muy estricta la emisión de gases”, mencionó.
Incluso, expuso, se busca imitar las normas europeas en cuanto a la emisión de contaminantes, lo que implicará que el procedimiento será estricto y cuidadoso.
—¿Cuándo comenzará a funcionar la planta?— se le preguntó.
—El año que entra tendrá que iniciar la obra. A mediados del 2018 ya estarán funcionando uno o dos trenes térmicos; el 100 por ciento de la planta funcionará a finales del 2018 o a principios del 2019— respondió.
De acuerdo con el funcionario, la energía se producirá a partir de mediados del 2018 y ésta será utilizada para la operación de los trenes de las 12 líneas del Metro.
Esta, dijo, es la mejor forma para tratar la basura. “Enterrar hoy la basura ya no es una solución y no es una solución ni en el Estado de México, ni en ningún estado. Al enterrar la basura, no le damos ningún valor y cuando le damos un valor estamos combatiendo al cambio climático”, sostuvo.
Slomianski indicó que ocho empresas son las que dominan el mercado de los trenes térmicos, es decir, la infraestructura para convertir la basura en energía, mientras que unas 15 industrias se especializan en supervisar la tecnología.
Las autoridades capitalinas precisaron que la concesión sólo será entregada a quienes muestren amplia experiencia en cuanto al uso de las tecnologías, además de garantizar el cumplimiento de las normas en emisiones a la atmósfera.
Ésta será la primera planta de termovalorización que funcionará en América Latina. En ella se aprovecharán 6 mil 600 toneladas de basura.
El gobierno destina todos los días 429 pesos por tonelada, entre el transporte y el pago a los rellenos sanitarios privados, para deshacerse de la basura.
Aunado a ello, la Secretaría de Obras y Servicios lanzará en enero la convocatoria para instalar una planta de biodigestión, la cual se instalará a un costado .
La planta de biodigestión de la Ciudad de México será la más grande del mundo, se instalará a un costado de la Central de Abasto y procesará dos mil toneladas de desechos orgánicos cada día.
La ubicación se determinó debido a que justamente en la Central de Abasto se genera hasta el 15 por ciento de residuos orgánicos de toda la capital mexicana. La planta será construida en un terreno de 70 mil metros cuadrados y no generará ni olores ni afectará el tránsito.
En la Ciudad de México se producen 12 mil 700 toneladas de basura, que llenarían la Plancha del Zócalo. De esta cantidad, 4 mil 100 toneladas se aprovechan a través de distintos procesos, incluyendo la pepena, y las 8 mil 600 restantes son enviadas a los rellenos sanitarios.
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