Metrópoli

Poco a poco regresa la vida a La Guerrero

Semana Santa y el semáforo naranja ofrecerá nuevas posibilidades para los vecinos, quienes comienzan a regresar a las actividades recreativas que se vivían antes de la pandemia

Poco a poco regresa la vida a La Guerrero

Poco a poco regresa la vida a La Guerrero

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Las calles de la colonia Guerrero cambiaron con el paso de la pandemia, la vida tan activa por la que se caracterizaba desde la época en que el Salón Ángeles era un ícono de la vida nocturna en la CDMX y las diversas actividades que ofrecía para las familias durante muchos años, dejaron de verse por el encierro. Muchos negocios cerraron, otros están en riesgo, pero poco a poco la comunidad se ha ido recuperando y las personas han regresado a las calles para comenzar a retomar la vida conforme avanza el semáforo epidemiológico y la tensión por el COVID-19 comienza a bajar.

La Semana Santa permitió nuevas actividades y trajo consigo la alegría, entre vacaciones y tener las calles vacías por quienes optaron por salir de la Ciudad de México, niños y adultos disfrutan de comer alguna delicia gastronómica que ofrece la colonia (como los famosos Machetes) y de las actividades impulsadas por estas fechas religiosas. Unos pocos juegos mecánicos y puestos de feria han adornado las orillas del parque Los Ángeles y algunas calles aledañas, permitiendo escuchar de nuevo las risas de los niños y su felicidad.

Algodones de azúcar, tacitas giratorias, juegos de canicas y de destreza son algunas de las atracciones que se abren al público desde tempranas horas y, aunque su hora de mayor afluencia siempre es por las noches, la gente aprovecha para pasar durante el día cuando salen hacia el mercado o a comprar comida.

Son pocos los puestos, pero la gente no se aglomera ante ellos pues esperan de lejos o dan una vuelta para regresar más tarde. "Extrañábamos salir así en familia, nos seguimos cuidando mucho pero estamos más tranquilos ahora que el año pasado", asegura una señora acompañada de sus pequeños.

Algunos otros habitantes de la colonia se han mostrado en desacuerdo con la decisión, ya que se sienten más expuestos y en peligro de contagio, especialmente porque la zona fue considerada de “Alto Riesgo” durante varios meses. “No hay que bajar la guardia o regresaremos a semáforo rojo, espero que al menos todos porten su cubrebocas”, comenta molesta una señora desde su puerta, justo al frente del parque.

Sin embargo, cada vez hay más opciones recreativas que fomentan la economía local, el comercio independiente incrementó mucho durante el encierro y en todos los edificios, condominios y vecindades surgieron negocios que ofrecen sus servicios directo hasta las puertas de sus casas; ofreciendo desde platillos y diversas bebidas alcohólicas hasta servicios personalizados de entrenamiento y organización de mini eventos privados.

Por otro lado, la pequeña feria instalada ayudará sobre todo a los trabajadores a quienes no se les había permitido instalarse desde que comenzó la crisis sanitaria por el COVID-19 y quedaron prohibidas las fiestas patronales.

“No sentimos que sea una actividad de alto riesgo, además todo está al aire libre. Los de la feria también necesitan sacar para comer, por eso nosotros si nos animamos a salir”, relata un vecino.

La semana santa que comenzó este Domingo de Ramos dará lugar a más actividades masivas y reuniones, cosa que podría aumentar los contagios, pero la comunidad se mantiene positiva y busca seguir los protocolos para poder continuar saliendo, reactivando la economía y, sobretodo, levantando el ánimo de la colonia que busca regresar a una vida más normal.