Metrópoli

Policía auxiliar, no granaderos, vigiló el Pumas vs. América

En eventos masivos, por ejemplo, conciertos o partidos de futbol, el agrupamiento de granaderos aparecía en acción, el jueves no fue así

Policías antimotines mexicanos forman una valla para contener a los aficionados en un partido de fútbol.
Policías antimotines mexicanos forman una valla para contener a los aficionados en un partido de fútbol. Policías antimotines mexicanos forman una valla para contener a los aficionados en un partido de fútbol. (La Crónica de Hoy)

El cuerpo de granaderos desaparecerá el primero de enero del próximo año, sin embargo este agrupamiento —con 79 años de existencia— dejó de operar desde el momento del anuncio de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

Fueron integrantes de la Policía Auxiliar los encargados de la seguridad del partido América vs. Pumas que se llevó a cabo este jueves en el estadio Olímpico Universitario y no del grupo de granaderos como se hacía en ocasiones pasadas.

Por la rivalidad del encuentro y los antecedentes entre las aficiones de ambos clubes, era imposible no catalogarlo como un “partido de alto riesgo”, situación que indirectamente puso en el ojo del huracán a Claudia Sheinbaum, quien tomó protesta como gobernadora de la CDMX un día antes del partido.

Las filas de los elementos de la SSP comenzaban desde la avenida Copilco y su cruce con Insurgentes, muy cerca de la estación del Metrobús Doctor Gálvez; un policía caminaba con dirección al estadio, cargaba dos cascos, se notaba relajado, en el camino se encontró a un compañero de la Policía Auxiliar con el que intercambió palabras por algunos minutos; faltaban 2 horas para que iniciara el encuentro pero los aficionados ya empezaban a llegar.

Aseguró ser del cuerpo de granaderos, el mismo que la jefa Sheinbaum anunció que desaparecerá para el próximo mes de enero.

“Somos pocos los elementos de granaderos que vinimos, el agrupamiento no va a desaparecer, sólo nos van a cambiar el nombre, ya nos avisaron pero no nos han dicho a cuál”, afirmó.

Alrededor de las 7 de la noche llegaron los autobuses de los equipos, fuertemente custodiados.

El primero en llegar fue el autobús de los jugadores del América, sin logotipos oficiales por motivos de seguridad, que iba custodiado por un convoy de moto patrullas, vigilancia UNAM y dos tanquetas de la SSP, una al inicio y la otra al final; A los pocos minutos de la llegada de los azul crema, llegó el equipo local bajo las mismas medidas de seguridad.

Para la afición americanista la policía instaló un cerco de seguridad en el estacionamiento 8, con tanquetas, camiones de transporte del cuerpo de policías y granaderos y los camiones para los caballos de la policía montada; algunos agentes subieron a los techos de las unidades oficiales para vigilar la zona, formaban una especie de corral policial en el que sólo había una entrada y salida.

La porra del América llegó en microbuses, combis y vehículos particulares, salieron desde el estadio azteca en caravana, custodiadas por patrullas y moto patrullas.

Dentro del corral los esperaban elementos de la policía montada, policías auxiliares y perros entrenados para detectar armas y pirotecnia, los aficionados tuvieron que esperar dentro de las unidades por algunos minutos pues el operativo establecido indicaba que cada aficionado debía de descender con boleto en mano y tenía que ser revisado por los elementos. Una vez que bajaban todos los ocupantes, ingresaba un binomio canino a hacer su inspección.

Dentro del estadio los uniformados portaban escudos y cascos, estaban estratégicamente colocados, había mayor seguridad en la cabecera sur y a los costados de la porra local, los de la Rebel.

Fueron aproximadamente 4 mil 300 elementos de diferentes agrupamientos los que resguardaron los alrededores del estadio de pumas para el juego que dio inicio a las 8:45 de la noche y finalizó con un marcador de 1 a 1.

El partido fue agresivo en la cancha pero tranquilo para los oficiales.

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