El Senado de la República aprobó reformas a la Ley General de Educación para prohibir la venta de alimentos “chatarra” y bebidas con alto contenido calórico en las inmediaciones de los planteles escolares.

Por unanimidad de 110 votos, los legisladores establecieron como obligatorio que las cooperativas que funcionen en los planteles educativos deben vender alimentos saludables como frutas y verduras, de preferencia producidos en el barrio, vecindad o región de cada plantel.

“Aunque cuides a los niños adentro, aunque los padres se esmeran en llevar un lonche saludable, pues a la salida de la escuela en diversos vehículos móviles carretillas, bicicletas, se vende una cantidad de productos, desde esos chicharrones hechos de harina por que ni siquiera son de cerdo, con cueritos que también son sintéticos, hechos a base de harina o, las paletas que no estarían mal, que todos las conocimos de niños, pero cuando le pones un montón de chocolate con alto contenido de azúcar y las chispas que sabe de qué serán, pues se vuelve un problema serio y delicado”, explicó la senadora, Xóchitl Gálvez

Las autoridades educativas promoverán ante las instancias correspondientes de los tres órdenes de gobierno, la prohibición de la venta de alimentos con bajo valor nutritivo y alto contenido calórico en las inmediaciones de los planteles escolares.

Los senadores destacaron que esta iniciativa tiene como finalidad fomentar el consumo de alimentos y bebidas sanos para las y los educandos, con el propósito de un óptimo desarrollo y desenvolvimiento en las diferentes áreas educativas, abonando en la lucha contra la grave crisis de salud en materia de obesidad, sobrepeso, diabetes e hipertensión que afecta el país.

Los legisladores argumentaron que de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se encuentra en el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil.

Con esta iniciativa se da preferencia a aquellos alimentos que son propios de cada región o producidos en el barrio o vecindad al que corresponde cada plantel, a fin de rescatar las tradiciones nutrimentales e incentivar la actividad comercial relativa a la producción artesanal de alimentos y bebidas sin aditivos químicos, prescindiendo de azúcares y grasas industrializadas.