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Putin promete ayuda a Kim en su pulso con Trump

n una histórica cumbre con el líder ruso en Vladivostok, el dictador norcoreano acusa a Washington de actuar “de mala fe” en Hanói y asegura que la desnuclearización coreana ”depende de la actitud de EU”.

n una histórica cumbre con el líder ruso en Vladivostok, el dictador norcoreano acusa a Washington de actuar “de mala fe” en Hanói y asegura que la desnuclearización coreana ”depende de la actitud de EU”.

Putin promete ayuda a Kim en su pulso con Trump

Putin promete ayuda a Kim en su pulso con Trump

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió ayer por primera vez con el dictador norcoreano, Kim Jong-un, y le apoyó en su tenso pulso con Estados Unidos para la desnuclearización de la península coreana.

“Ellos sólo necesitan garantías jurídicas de seguridad (para abandonar su programa nuclear). Eso es todo”, dijo Putin en la rueda de prensa tras reunirse con Kim en Vladivostok, una histórica ciudad-puerto bañada por el océano Pacífico, muy cerca de la pequeña frontera que comparten ambos países.

Putin consideró “posible” la desnuclearización de la península coreana, más aún cuando le dio la “impresión” de que Kim apoya la no proliferación de armas de destrucción masiva.

Putin ha asegurado en varias ocasiones que tras el derrocamiento y ajusticiamiento del dictador iraquí Sadam Husein y del libio Muamar el Gadafi, la familia Kim concluyó que las armas nucleares eran la mejor garantía de la supervivencia del reino estalinista.

Por ello, el presidente ruso insistió en la necesidad de poner en marcha medidas de confianza y de renunciar a “la ley del más fuerte” a la hora de resolver crisis internacionales como la coreana, que tiene al mundo en un vilo desde el fin de la Guerra Fría.

Dos meses después del fracaso en Hanói de la segunda cumbre entre Kim y el presidente estadunidense, Donald Trump, Putin aprovechó para defender la soberanía de Pyongyang, aunque insistió en que el ­Kremlin también aboga por el desarme nuclear del régimen norcoreano.

En una clara crítica a Washington, Putin consideró vital no plantear ultimátum ni demandas unilaterales, sino actuar “con sumo cuidado” con Corea del Norte para descongelar las negociaciones nucleares.

“EU ACTUÓ DE MALA FE". Al terminar la cumbre, la agencia norcoreana KCNA aseguró que Kim dijo a Putin que EU y Donald Trump adoptaron “una actitud de mala fe" en Hanói. El texto agrega que el dictador insistió en que “la situación en la península coreana y en la región ahora está estancada y ha llegado a un punto crítico en el que puede volver a su estado original".

Kim finalmente pasó la pelota a Trump y aseguró que “la paz y la seguridad en la península coreana dependerán totalmente de la actitud futura de EU”.

La semana pasada Pyongyang exigió a Washington que, si reanudan el diálogo, reemplace al canciller Mike Pompeo como jefe negociador.

SINTONÍA CON EU. Pese a la dureza de la postura de Kim, Putin reconoció que las posturas de Rusia y EU sobre el arreglo de la crisis nuclear coinciden en gran medida, y adelantó que informará a la Casa Blanca —y a China— sobre las negociaciones con Kim.

Pese a la cordialidad y la amabilidad de Putin con Kim, ambos países no concluyeron su reunión con una declaración conjunta formal ni con la firma de ningún documento, seguramente tras la experiencia fallida de Hanói, donde planes en ese sentido acabaron cancelados abruptamente.

PYONGYANG COBRÓ 2 MDD A EU POR “CUIDADOS" AL COMATOSO OTTO WARMBIER. Corea del Norte presentó una factura médica de dos millones de dólares a Estados Unidos por el tratamiento del joven Otto Warmbier, quien falleció en 2017 tras pasar 17 meses preso en el país asiático, antes de permitir que regresara, en coma, a su país, según informó este jueves The ­Washington Post.

Asimismo, Pyongyang exigió que un funcionario estadunidense firmase una promesa de pago para que el joven de 22 años, que llevaba más de un año en coma, pudiese retornar a casa.

Según el Post, que cita a dos personas conocedoras de la situación, el enviado del departamento de Estado para volar de regreso con Warmbier, Joseph Yun, firmó el acuerdo de pago siguiendo instrucciones del presidente Donald Trump y del entonces canciller Rex Tillerson.

Yun regresó en un avión médico a Cincinatti, donde residen los padres de Warmbier, que acusan al régimen estalinista por la muerte de su hijo, que ocurrió seis días después, por problemas derivados de un daño cerebral nunca precisado.

La factura no se pagó durante 2017, y no está claro si el gobierno de EU la pagó más adelante o si Trump trató el tema con el dictador norcoreano, Kim Jong-un durante la preparación de sus dos cumbres bilaterales.