Opinión

QB, el sueño eterno de cada Draft en la NFL

QB, el sueño eterno de  cada Draft en la NFL

QB, el sueño eterno de cada Draft en la NFL

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

No podemos pasar por alto que cada año la máxima atracción de un Draft es qué equipo terminará llevándose a los mejores prospectos de mariscal de campo, después de todo, es la posición más importante dentro del equipo desde el punto de vista que se le quiera ver: estratégico, de imagen, de taquilla, como quieran.

Este año fueron cuatro pasadores los seleccionados en primera ronda, y como sucede año tras año, se esperan grandes cosas de ellos, principalmente de los dos primeros, Joe Burrow de LSU que llegó a los Bengalíes de Cincinnati y Tua Tagovailoa de Alabama que se fue a los Delfines de Miami. Los otros dos son Justin Herbert de Oregon a Los Cargadores de Los Angeles y Jordan Love de Utah State a los Empacadores de Green Bay.

Desde el viernes al día de hoy se ha dicho hasta el cansancio lo que se espera de ellos. De los dos primeros, que cambien la fisonomía de sus nuevos equipos y los hagan ganadores en el corto plazo; de los segundos que se vayan adaptando de a poco para asumir las riendas en un mediano plazo.

EN DIEZ AÑOS

Sin embargo, nuestro interés en este espacio semanal es otro, es ahondar en qué ha sido de aquellos pasadores que, al igual que estos jóvenes, llegaron en los últimos 10 años a la NFL con exactamente la misma expectativa: convencer y ganar. ¿Lo hicieron, cuántos de ellos prevalecen, quiénes son ya sólo una anécdota?

Del 2010 al 2019 los equipos de la NFL han elegido a la increíble cantidad de 30 quarterbacks sólo en la primera ronda, de los cuales apenas 12 están proyectados para ser titulares en la próxima temporada, es decir, solamente el 40 por ciento.

Únicamente seis (20%) están en una posición de incertidumbre entre ser suplentes o no tener equipo, y los restantes 12 (40%) ya no están en la Liga.

Es harto interesante repasar los nombres y muchos se nos harán tan familiares que es difícil creer que ya no están o son protagonistas como los fueron en su momento.

APENAS UN RECUERDO

Del Draft de 2010 destaca Sam Bradford de Oklahoma, fue Novato del Año con los Carneros de Los Angeles y de ahí su carrera se fue a pique por las lesiones. Está retirado. De ese mismo año, se recuerda al zurdo Tim Tebow de Florida con Denver. Sólo tuvo un momento de gloria al ganar un juego de playoff pero la realidad es que no tenía el talento para ser un pasador del nivel de la NFL. Retirado.

SIN EQUIPO

En 2011 la novedad fue Cam Newton, de Auburn y que con Carolina llegó hasta un Super Bowl. Hoy no tiene equipo y parece que nadie lo reclamará. Su estilo rudo de juego le pasó factura a su cuerpo lastimado. La camada de ese año incluye a Jake Locker con Tennessee, Blaine Gabbert con Jacksonville y Christian Ponder con Minnesota. Los tres pasaron de noche y están fuera. Gabbert busca un lugar como suplente en algún equipo.

FUGACES

Para el 2012 llegó el fenómeno Andrew Luck, de Stanford a Indianapolis. Era un jugador de época, recomendado por el mismo Peyton Manning para suplirlo. Luck dio grandes campañas pero se retiró a los 29 años harto de las lesiones.

A la par de él llegó Robert Griffin de Baylor a Washington. Electrizante y efectivo en su primer año, pero nada más. Una lesión lo disminuyó y jamás regresó a su nivel. Hoy es un suplente en Baltimore. Atrás de ellos llegó a Miami Ryan Tannehill, de Texas A&M. Después de temporadas para el olvido con los Delfines parece renacer su carrera en Tennessee ahora que le han dado la titularidad. El último de esa generación fue un tal Brandon Weeden de Oklahoma que nada hizo en Cleveland.

Al año siguiente, en 2013, sólo un pasador fue elegido en primera ronda, un tal EJ Manuel de Florida State. Como llegó se fue de la Liga. No hizo nada relevante en Buffalo.

DECEPCIONES

Para el 2014 llegaron tres QB que prometían: Blake Bortles de Florida Central a Jacksonville, Johhny Manziel de Texas A&M a Cleveland y Teddy Bridgewater de Louisville a Minnesota. Bortles, gracias a una gran defensiva de los Jaguares alcanzó un Juego de Campeonato de la AFC porque la verdad es que él no era un gran factor al ataque. Manziel fue vencido por sus innumerables problemas externos y de conducta, una decepción para el talento que poseía. Brigewater lo hizo bien con los Vikingos, pero una lesión que casi lo retira, lo dejó fuera de combate y apenas el año anterior resurgió como suplente en Nueva Orleans. Ahora será el titular en Carolina.

A MEDIAS

Llegado el Draft de 2015 aparecieron dos pasadores que figuraban para ser jugadores franquicia: Jameis Winston de Florida State y Marcus Mariota de Oregon. A cinco años de su llegada, Winston no cumplió las expectativas en Tampa Bay. Muchas yardas, muchas notaciones, mucho show, pero demasiados errores que no le perdonó el nuevo entrenador Bruce Arians en la temporada anterior. Ahora será suplente en Nueva Orleans detrás de Drew Brees y parece ser su última oportunidad para rescatar su carrera si la sabe aprovechar.

Mariota nunca se consolidó en Tennessee. Errático e inconsistente, ha sido cambiado al equipo de los Raiders de Las Vegas para estar detrás de Derek Carr.

PROMESAS

Durante el reclutamiento colegial de 2016, tres fueron los mariscales seleccionados en la primera ronda. Jared Goff de California llegó a los Carneros de Los Angeles y aunque llegó ya a un Super Bowl no ha madurado lo suficiente y no ha dejado de ser aún un jugador manejado hábilmente por el coach Sean McVay. Carson Wentz de North Dakota State, ha tenido grandes momentos de la mano del entrenador de Filadelfia Doug Pederson, pero las lesiones no le han permitido alcanzar su consolidación, aún así es de los mejores talentos jóvenes de la Liga. Finalmente, ese año llegó un fiasco llamado Paxton Lynch de Memphis a Denver. Un tipo de tamaño ideal, casi dos metros, un brazo poderoso, pero que nunca se acopló al profesionalismo. Se fue a los dos años.

LA NUEVA OLA

En 2017 llegaron dos joyas entre los tres mariscales de esa primera ronda. Patrick Mahomes de Texas Tech a Kansas City y a quien varios equipos dejaron pasar por no creer en su estilo agresivo. Hoy es el campeón actual de la NFL al ganar el último Super Bowl.

Deshaun Watson, procedente de Clemson, es el otro talento que aún no ha sido rodeado de un gran equipo en Houston. Considerado por muchos el más maduro de esa generación. Sus mejores años están por venir.

El tercero ha sido una decepción, se trata de Mitchell Trubisky, de North Carolina a Chicago. En su segundo año dio un enorme paso en su desarrollo, pero la temporada anterior retrocedió al grado de que su puesto estará en peligro ante la llegada de Nick Foles, el MVP del Super Bowl LII y que acaba de desembarcar con los Osos.

Ya en 2018 apareció otra generación de ensueño, liderada por el espectacular Baker Mayfield, de Oklahoma y reclutado por Cleveland. Su talento es innegable, pero no ha contado con un entrenador que sea un verdadero mentor para enfocarlo como se debe. Con la llegada de Kevin Stefanski se espera que Mayfield dé el salto. Posterior a él llegaron Sam Darnold de USC a los Jets de Nueva York donde de a poco le están moldeando el equipo y parece ser la solución en la posición. Josh Allen, de Wyoming, fue tomado por Buffalo, en donde en base a agallas más que estrategia se ha abierto el camino. Con unos Patriotas a la baja en la División Este de la AFC, Allen tiene todo para llevar a la cima a sus Bills.

Otro fenómeno es Lamar Jackson, muy subestimado en ese Draft y tomado hasta el último turno de la primera ronda. El egresado de Louisville ha sido muy bien llevado por el equipo de Baltimore al grado de que fue nombrado el MVP de la temporada 2019. Aún debe demostrar que puede ganar en playoff.

En el olvido quedó Josh Rosen, de UCLA, quien supuestamente sería la solución para Arizona. Después de un primer año sin grandes oportunidades fue cambiado a Miami y su carrera parece en el limbo.

Por último, ya en 2019, llegó otro diamante en la persona de Kyler Murray de Oklahoma para Arizona. Nombrado el Jugador Ofensivo del Año y haciendo mancuerna con su joven entrenador Kliff Kingsbury, parece ser el jinete del caballo negro de la División Oeste de NFC.

Los Gigantes de Nueva York creyeron haber encontrado al sucesor de Eli Manning en Daniel Jones de Duke. Tuvo algunos buenos juegos en la campaña anterior, pero su real prueba será la siguiente temporada ya como titular absoluto.

Finalmente, Dwayne Haskins, de Ohio State, llegó a Washington no como petición del entonces entrenador Jay Gruden, sino del dueño Daniel Snyder. A pesar de que los críticos se han visto generosos, Haskins poco a mostrado, por lo que bajo el mando del nuevo y estricto entrenador, Ron Rivera, llegado de Carolina, el futuro no parece tan promisorio si se toma en cuenta que Rivera pidió la contratación de Kyle Allen, quien también jugo con las Panteras.

En pocas palabras, el repaso anterior nos demuestra que los pasadores seleccionados en la primera ronda no llegan con un sello de garantía de triunfos, por lo que al igual que a estos, los nuevos habrán de probar su calidad y en un periodo de tiempo corto, pues en la NFL la paciencia no suele ser una virtud de los dueños y algunos coaches.