El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ­inauguró ayer en Ginebra la asamblea anual del organismo con un mensaje de alerta ante el actual brote de ébola en la República Democrática del Congo.

“A menos que nos unamos para poner fin a este brote, corremos un riesgo muy real de que se extienda y se vuelva más agresivo y costoso de combatir”, señaló el doctor etíope ante ministros de salud de todo el mundo, en la apertura de una asamblea que durará nueve días.

Segundo peor brote. El brote en las provincias congoleñas de Kivu del Norte e Ituri (noreste) es el segundo peor de esta enfermedad en la historia, con mil 800 casos confirmados y mil 209 fallecidos, y los intentos de controlarlo se han visto dificultados por los ataques de grupos armados a instalaciones sanitarias.

En uno de ellos, el pasado marzo, el epidemiólogo y especialista de la OMS en la lucha contra el ébola, Richard Valery Mouzoko, murió en el ataque a un hospital de Butembo, una de las ciudades afectadas por el brote.

“No sólo luchamos contra un virus, sino contra la inseguridad, la violencia, la desinformación y la politización del brote”, lamentó el doctor Tedros, quien destacó que pese a las dificultades se ha conseguido vacunar a más de 120 mil personas contra la enfermedad.

Por su parte, el director de Salud y Atención de la Cruz Roja, Emmanuel Campobianco, alertó del peligro de que el ébola “se extienda a áreas urbanas donde será mucho más difícil de controlar, y tampoco podemos permitir que cruce las fronteras internacionales”.

Vacuna eficiente. La vacuna utilizada, que se desarrolló de forma urgente tras la epidemia de ébola que costó la vida a más de 11 mil personas en África occidental entre 2014 y 2015, ha mostrado una efectividad del 97%.