En el contexto de la reactivación de actividades económicas en la Ciudad de México, este lunes diversos locales del Centro Histórico reanudaron labores después de un confinamiento de más de dos meses y medio, aunque como lo estipula la “nueva normalidad”, únicamente operarán al 50 por ciento de su capacidad.

Comerciantes iniciaron sus quehaceres con la limpieza de sus locales y cortinas de acceso, así como la instalación de aditamentos para cumplir con las medidas adecuadas de sanidad, como son despachadores de gel antibacterial y letreros en los que se insta a los visitantes a usar cubrebocas dentro del establecimiento.

“El negocio duró casi 3 meses cerrado, fueron semanas complicadas pues no teníamos otra fuente de ingreso, me da gusto volver a abrir y ver a nuestros antiguos clientes”, comenta Andrés, vendedor de tacos en la calle de Republica de El Salvador.

Andrés comenta que, para evitar algún tipo de riesgo de contagio por el COVID-19, el servicio es únicamente para llevar. “La verdad es que aún no podemos bajar la guardia, el riesgo sigue presente, pero si seguimos con las medidas de sanidad adecuadas esto se puede evitar”. Con cubrebocas y usando careta, este joven taquero se alista para recibir a los clientes.

En la misma situación se encuentra uno de los populares restaurantes ubicados en la calle de 5 de mayo. Crónica realizó un recorrido por el lugar donde se apreció que el personal del lugar se apresuraba a acomodar las mesas en las que ofrecerán su servicio a la clientela, pero manteniendo la “sana distancia”.

PROTECCIÓN

“Ahora que ya podemos abrir al 30 por ciento de la capacidad, cada mesa está separada con un metro de distancia y duplicamos los despachadores de gel para garantizar la higiene de los comensales”, comenta Audón Bonilla, encargado del Café La Blanca.

Desde la recepción hasta la cocina, todo el personal cuenta con la protección necesaria para brindar un servicio de calidad e higiene a sus visitantes. Después de casi 90 días, tiempo en el que permaneció cerrado el lugar por causa de la pandemia, el personal espera que pronto puedan volver a la normalidad.

“Este es mi primer día de trabajo después de una larga ausencia, nunca imaginé que algún día tendría que trabajar de esta forma (usando cubrebocas y careta) es una nueva experiencia”, comenta Sandra, mesera de la cafetería.

En el primer cuadro de la capital el ajetreo comienza a darle vida al corazón de la metrópoli, y ante la crisis económica que trajo consigo la pandemia de coronavirus, algunas tiendas de música ubicadas en la calle Simón Bolívar y considerados no esenciales, continúan operando de una forma clandestina, pero con las medidas de sanidad adecuadas.

NOVEDAD

Con la presencia del COVID-19 también llegó la oportunidad de negocio con la venta de accesorios y aditamentos para combatir el coronavirus. Y es que ahora locales donde se ofertan caretas de acrílico, cubrebocas, gel antibacterial y de más productos de higiene, acaparan las ventas en la zona.

Desde cubrebocas especiales N95 hasta caretas para niños, varios locales han visto pasar de largo la crisis económica, ya que atienden aproximadamente a más de 300 personas por día.

Aunque la ciudad ya se encuentra en semáforo naranja, las calles con mayor afluencia de personas continúan cerradas. La calle de Madero permanecerá cercada hasta nuevo aviso, al igual que la plancha del Zócalo capitalino.

Como parte de esta nueva normalidad, se estableció un perímetro conformado por las calles de Belisario Domínguez, Peña y Peña, Eje 1 Oriente, Circunvalación, San Pablo, José María Izazaga y Eje Central.

Dentro de esta zona se hizo una reconfiguración temporal de las calles, haciendo algunas de estas vialidades de uso exclusivo para peatones, por lo que se aplicarán restricciones a la circulación vehicular de lunes a sábado en un horario de 10 a 18 horas, a partir del martes 30 de junio.

ijsm