Uno de los empresarios tapatíos más visionarios y exitosos de la segunda mitad del siglo XX, Don Salvador López Chávez, fundó en el taller de calzado propiedad de su padre la fábrica Calzado Canadá.

El taller de calzado se ubicaba en la zona centro de la Ciudad de Guadalajara, en la calle de Pedro Loza 130. Con la ayuda de su padre y de tres de sus primos: Juan, Guadalupe y Pedro Benavides, Don Salvador López Chávez hizo prosperar el negocio familiar con una innovadora estrategia comercial.

Además de preocuparse por la producción (el taller fabricaba alrededor de 15 modelos de zapatos de muy aceptable calidad para hombres) Salvador López invirtió en un rubro hasta entonces descuidado por los empresarios tapatíos: la publicidad. Como ningún otro hombre de negocios de su tiempo, se preocupó por dar a conocer la marca y el nombre de su calzado.

Difundió e hizo popular el nombre y logotipo de su fábrica a través de llaveros y calendarios que regalaba a sus clientes. Junto con sus primos, pegó calcomanías engomadas en forma de caja de zapatos por toda la ciudad. Su estrategia funcionó; las ventas aumentaron y por ende las utilidades, mismas que utilizó para intensificar y mejorar su campaña publicitaria a la que incorporó nuevos artículos rotulados con el emblema Calzado Canadá, el cual apareció en puros, navajas, peines, plumas, carteritas de cerillos que se regalaban en lugares públicos como la plaza de toros.

El afán de Salvador López de popularizar la imagen de su empresa fue más allá de la publicidad gráfica. Para vender a gran escala había que acercarse al consumidor, entretenerlo y para ello había que echar mano de los medios y recursos de la época. Bajo esta inteligencia, Salvador López organizó concursos de baile en el Parque Agua Azul en los cuales se rifaban pares de zapatos; él mismo al volante de su Opel pintado con los colores y emblema de la empresa participó en carreras de coches. Sin duda, de todas estas estrategias de publicidad masiva, la que mayores dividendos le dio fue la de su programa de radio “Barrio Latino” de música para bailar y cuya emisión se escuchaba fuera y dentro de la ciudad.

Gracias a “Barrio Latino”, Salvador López dio a conocer su producto en las plazas foráneas del Estado; pronto los pequeños y grandes comerciantes del interior del Estado acudieron a comprarle los modelos de calzado que tanto se anunciaban en el programa de radio.

Las exitosas campañas publicitarias ideadas por Salvador López elevaron las ventas de Calzado Canadá. En siete años sus dueños tuvieron que mudar la fábrica a un nuevo edificio, pues el viejo local de Pedro Loza ya no cubría sus necesidades de producción y almacenado. El nuevo inmueble se localizaba en Abascal y Souza y a pesar de sus dimensiones, el crecimiento de Calzado Canadá requirió, con el tiempo, de todo un parque industrial donde se produjo pares de zapatos para México y todo el continente.

havh