"Ya le hacía falta una buena remodelación al Bosque, que por mucho tiempo estuvo en el abandono y que ahora, con sus adoquines y limpieza en sus áreas verdes invita a venir a admirar a las aves que pasean por el lago y que han adoptado como su casa los islotes”, dijo la señora Josefina, vecina de la colonia Eduardo Molina y que, asegura, es asidua visitante del lugar.

Don Arturo, un vendedor en el Bosque de Aragón, se mostró optimista con el mantenimiento y remodelación que ha tenido el Bosque. “Este lugar debemos cuidarlo, ya que es de todos. Aunque es inmenso hay poca asistencia de visitantes. Esto ha sido así durante muchos años y aunque hay cosas nuevas la gente que visita el Bosque es poca, y la que llega se concentra en las zonas de acceso en las puertas 2, 6 y 8. El lago sin lanchas es un atractivo para todos, ya que la gente viene y se divierte admirando a las distintas especies de aves, y si hubiera lanchas además de que el lugar estaría muy sucio no habría tantas aves”.

Conn la misma opinión se pronunció Julieta, una joven estudiante que asistió con una decena de amigos y dijo: “El lugar es muy tranquilo, uno puede venir y correr, mirar a las aves, subirse a los juegos o también organizar alguna comida e instalarse en las cabañas o simplemente caminar. El lago sin lanchas creo es mucho mejor, ya que te puedes sentar a admirar el lugar, a las aves y peces sin necesidad de meterte en algún bote”.

Margarita González, asidua visitante que utiliza por las mañanas la trotapista al pasear con sus dos perros, dice que “este es buen lugar para divertirse, distraerse y convivir con amigos y familia, pero falta más presencia policial, casi no se ve en el interior del Bosque vigilancia, por lo que creo ha afectado en que no aumente el número de visitantes, pues han de temer  ser asaltados”.