La ley en la que el presidente Donald Trump se basó para aplicar aranceles contra las importaciones de México se diseñó para castigar a enemigos y no a un aliado, afirmó este miércoles la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que se suma así al creciente clamor en Estados Unidos contra el anuncio del republicano de castigar a México con aranceles, si no frena en seco las caravanas de inmigrantes.

“Bajo (la Ley) IEEPA se permiten las sanciones contra enemigos ante amenazas ­inusuales y extraordinarias. No es para imponer aranceles sobre nuestros aliados. No es una forma de tratar a un amigo”, sentenció Pelosi en una rueda de prensa.

Trump anunció la semana pasada que invocó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por su sigla en inglés) para imponer y aumentar gradualmente un arancel del 5% en todos los bienes importados de México hasta que “la crisis de la migración ilegal se alivie a través de acciones efectivas tomadas por México”. Las acciones bajo la IEEPA han sido dirigidas, por ejemplo, contra Irán, Corea del Norte y Siria.

Maniobra electoral. Según Pelosi, el presidente Trump decidió plantear el chantaje arancelario como una distracción “del informe Mueller”, sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016 en Estados Unidos, y como una maniobra electoralista para ser reelegido en 2020.

En cualquier caso, Pelosi dijo que no está segura de cómo votaría el Congreso sobre las tarifas hasta que Trump envíe una propuesta real. Todo lo que tiene ahora, dijo, son sus tuits y comentarios.

Diplomáticos en pie de guerra. Un grupo de siete exembajadores de Estados Unidos en México alertó de las afectaciones que tendrían los aranceles de Trump y exhortó a funcionarios de ambos países a tratar el comercio y la migración como asuntos por separado.

John Negroponte, James Jones, Jeffrey Davidow, Antonio Garza, Carlos Pascual, Earl Anthony Wayne y Roberta Jacobson, embajadores en México que cubrieron presidencias desde George H.W Bush, a fines de la década de 1980, a Barack Obama, firmaron una carta en momentos en que funcionarios mexicanos negocian en Washington para evitar que Trump cumpla con su amenaza de aplicar aranceles a su vecino del sur desde el 10 de junio.

“Nosotros, los antiguos embajadores de Estados Unidos, hemos trabajado para transformar a México y Estados Unidos de vecinos lejanos, como se los llamó en la década de 1980, a socios. Bajo las administraciones republicanas y demócratas, buscamos generar prosperidad en ambos países y llegamos a comprender cómo nuestras economías, sociedades y culturas están tan interrelacionadas”, establecieron en un posicionamiento conjunto.

Por esto, prosigue la misiva, “instamos a estos líderes de alto nivel a que desvinculen el comercio y la inmigración y encuentren la manera de abordar los problemas reales relacionados con la migración centroamericana”.

Los exembajadores  se unieron a coro, argumentando que el golpe económico dificultaría que México pueda reunir recursos necesarios para encarar la migración, invertir en Centroamérica y buscar otras prioridades compartidas.

“El progreso será más difícil si se percibe que Estados Unidos perjudica los empleos mexicanos con aranceles”, señala el artículo.

Lagarde y el G-20. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, alertó este miércoles que resolver las actuales tensiones comerciales es “la prioridad inmediata” de cara a la cumbre presidencial del G-20 que tendrá lugar a finales de mes en Japón.

“La prioridad inmediata es resolver las actuales tensiones comerciales, mientras se lleva a cabo la modernización del sistema comercial internacional”, dijo.