"Saber que ya no iba a regresar a casa fue como morir despacio. ¿Quién iba a sacar a mis dos perras? ¿Quién se encargaría de ellas? La desesperación de mi mamá por no verme llegar a casa. No volver a ver a mi familia, a mi pareja. A todas las personas que me importan. Ya no va a llegar el día. Ya no", fueron los pensamientos de Itzie, de 21 años, durante un intento de secuestro en las afueras del Metro Martín Carrera de la Línea 4.

La joven cuenta a Crónica el terror que vivió luego de que la intentaron secuestrar.

“Sentí la mirada de un hombre moreno, gordo, de al menos 1.80 metros de estatura, cabello corto y chino, con una chamarra verde. Me incómodo, pero lo ignoré. Escuché que otro le decía ‘no, la de negro no porque está embarazada’. Seguí caminando hasta el paradero del metro.

“El hombre me alcanzó, sujetó mi brazo  y dijo ‘camínale, güerita, si gritas es peor’. Vi que el otro sujetaba también a otra chica, muy delgada, con cabello lacio, botas y cha­marra negra. Se adelantaron y los perdí de vista.

“El miedo me comió. Seguí sus instrucciones. No sentí ningún tipo de arma, pero pensé que si intentaba algo podía picarme o iba a matarme. Continuamos caminando, primero por el camellón, después cruzamos la avenida y me llevó a la parte más oscura de la calle. Ya no pasaba nadie. Le pedí que me dejara en paz, que se llevará mi celular y mi cartera. Pero me respondió: ‘híjole, no, güerita’. Fue cuando me di que no buscaba otra cosa más que llevarme a mí.

“Intenté zafarme; me estaba sosteniendo de la mochila, no del brazo. Me jalé y quise correr. Pero me ­agarró del cabello y me regresó hacia él. Me dio un golpe seco en la cara. Sentí como si algo me tronara. Me mareé. Volvió a sostenerme de la mochila.

“Después de unos minutos su actitud cambió. Estaba muy tenso. Estaba volteando mucho a la avenida. Me imaginé que esperaba un vehículo. Comenzó a desesperarse y a voltear cada vez más a la avenida. Fue cuando vi una oportunidad de intentar escaparme otra vez.

“Con todas las fuerzas que me salieron, me sostuve de las tiras de la mochila y me jalé hacia abajo, logré soltarme. Corrí. Corrí tan rápido que alcancé a un camión que pasó cerca. Me subí sin pagar. Traté de buscar en ese momento por la ventana a la chica que vi que se llevaron antes. Pero no estaba. Bajé del camión y corrí hacia a mi casa. Toqué desesperadamente la puerta”.

Itzie y otras decenas de mujeres jóvenes han relatado intentos de secuestro dentro y fuera del Metro de la Ciudad de México. Itzie todavía no presenta la denuncia formal. No se ha sentido segura de salir de su casa, desde el 28 de enero por la noche, después del suceso que la horrorizó. Pensó en no levantar la denuncia. “Tenía miedo de que no me creyeran, que me tiren de mentirosa, que me ignoraran. Que todo quedara en un carpetazo”.

Sí lo hará. “Sí voy a denunciar, es algo que todos tenemos que hacer. Aunque tengo incertidumbre si realmente me van a hacer caso. Voy a levantarme mi denuncia ante el Metro de la línea 4, ya me puse en contacto con el Jefe de la Estación y en el Ministerio Público”.

EXPONE SU VIDA PARA SALVAR A MENOR. Itzie cuenta a Crónica que se puso en contacto con Luu, otra joven que contó su historia en redes sociales, porque la agresión fue también en la Línea 4 del Metro y el atacante tiene algunas similitudes físicas.

Luu salvó a una joven de 16 o 17 años en la estación Canal del Norte, el 29 de enero,  un día después de lo sucedido con Itzie.

En su cuenta de Facebook ­narró que el metro iba medio vacío, al fondo un hombre gordo y moreno iba sosteniendo a una joven “de una manera muy incómoda”. Se acercó a ellos. La chica estaba pálida y con miedo.

Para salvarla a Luu se le ocurrió decirle: “¿Qué haces? Te estoy buscando, mi papá nos está esperando allá”, lo dijo en voz alta para que escucharan las pocas personas que estaban en el vagón. El hombre le contestó en voz baja, “tú ni te metas o vas a valer verga”. Luu sintió coraje y mucho miedo. Le temblaron las piernas. Pero le contestó “suelte a mi hermana o le hago un pinche desmadre aquí”.

Luu trató de jalar a la joven pero el hombre la sostenía con mucha fuerza. En el forcejeo agarró también a Luu. “Nadie nos ayudó, sólo veían”. Escuchó sólo como una señora le dijo a su hijo “tú no te metas”. El vagón ya casi llegaba a la siguiente estación. “El impulso, la desesperación me llevó a soltarle una patada en el tobillo”. El agresor aflojó las manos y soltó a Luu. La niña estaba en shock. No se movía. Cuando llegaron la estación Luu soltó una patada en la entrepierna al hombre. Logró que la menor se liberara. Corrieron por los pasillos, el sujeto las comenzó a seguir, hasta que un hombre se percató y gritó “agárrenlo, las está siguiendo”. El hombre huyó. Luu acompañó a la menor hasta Indios Verdes donde su mamá la esperaba. Por los nervios, Luu no preguntó el nombre de la menor ni sus datos.

Luu trató de denunciar, según comentó a Crónica Itzie, pero le dijeron que no podía proceder porque ella sólo fue testigo. La única que podía denunciar los hechos era la menor.

Itzie ha recibido cuatro mensajes de familiares de jóvenes desaparecidas en la zona del Metro Martín Carrera. La joven lamenta no haberle visto bien la cara a la otra muchacha.

Itzie y Luu han tratado de contactar a otras jóvenes que sufrieron un intento de secuestro sin éxito. Itzie ha recibido miles de mensajes en su cuenta de Facebook, ella cree que las otras chicas no han contestado porque su mensaje se ha perdido entre tantos que seguramente ellas también deben estar recibiendo.

VAN NUEVE DENUNCIAS

El Gobierno de la Ciudad de México ha recibido nueve denuncias de agresiones a mujeres en las inmediaciones del Metro. Entre los casos, figura un policía señalado por acoso y se abrió una carpeta de investigación por el video que circula en redes sociales sobre un presunto intento de secuestro.