Escenario

Rocky cuelga los guantes

Sylvester Stallone se despide del personaje que lo llevó a la cima del cine, con el estreno de Creed 2

Sylvester Stallone se despide del personaje que lo llevó a la cima del cine, con el estreno de Creed 2

Rocky cuelga los guantes

Rocky cuelga los guantes

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El mismo Rocky Balboa lo dijo con sabiduría: “El tiempo saca a todos. El tiempo está invicto”. A más de 40 años de haber comenzado a dar vida a este icónico personaje del séptimo arte, el actor Sylvester Stallone ha decidido de una vez por todas, colgar sus guantes.

Rocky fue el personaje que le cambió la vida a Stallone. Corría el año de 1975, apenas superaba los cien dólares en el banco y tenía el sueño de ser un actor de primera línea aunque comenzaba a ser costumbre ser rechazado por las agencias de casting. Estaba casado con Sasha Czach, quien le insistía en buscar un oficio estable, sin embargo, él como su personaje, no desistió.

No tuvo el inicio esperado pero dio su primer paso en el cine con una película pornográfica llamada The party at Kitty and Stud’s, la cual decidió hacer como un acto de desesperación, pues necesitaba dinero; él mismo calificó ese momento como el de un “hombre desahuciado”. Después de eso pasó a hacer varios papeles pequeños en películas como Farewell, My Lovely (de Raymond Chandler); Capone (de Steve Carver) y Death Race 2000 (de Paul Bartel).

Su amigo más fiel era su perro Butkus, un bullmastiff al que apenas podía alimentar. Tal era su situación que cuando las cosas se pusieron realmente mal y Stallone llegó incluso a robar las joyas de su esposa para venderlas, no tuvo más remedio que deshacerse de su mascota. Un desconocido le dio 25 dólares por él, “ese fue uno de los peores días de mi vida”, dijo Stallone.

Dos semanas después, acudió a ver la pelea entre Muhammad Ali y Chuck Wepner en Ohio. Wepner, apodado El Sangrador de Bayonne, era un boxeador de 37 años, sin ningún título importante a sus espaldas y en el ocaso de su carrera, que resistió hasta el decimoquinto y final asalto dejando a todos los asistentes con la boca abierta. El árbitro dio la victoria a Ali por nocaut técnico, pero el ganador moral de la pelea fue Chuck, pues tuvo la oportunidad de demostrar al mundo que un perdedor como él podía llevar a la lona al considerado mejor boxeador de todos los tiempos. Esta hazaña inspiró al actor para escribir el personaje de Rocky.

El guion quedó listo en poco más de 20 horas. Su inspiración y motivación le impidieron dormir. En menos de un día tras aquella pelea, nació la historia del célebre “semental italiano”. Lo que seguía era vender el libreto. Un día los productores Irwin Winkler y Robert Chartoff, para pagarle un favor a su agente, aceptaron reunirse con Stallone, y vieron potencial en sus palabras; le ofrecieron 125 mil dólares con la idea de proponerle el papel central a Robert Redford o Ryan O’Neill. Sly no aceptó, era su historia y su personaje. La negociación llegó a subir a 350 mil dólares con la condición de que no fuera opción que Stallone fuera el actor; éste fue un testarudo y el cierre de la negociación fue pagarle sólo 35 mil.

Con ese dinero, Stallone fue en busca del desconocido a quien le vendió su perro, al encontrarlo le explicó su historia y le pidió que se lo regresara pero aquel individuo no aceptó hasta que Sly puso 15 mil dólares en su mano. Su querido Butkus regresó, e incluso tiene un par de minutos en la película.

Al son de “Gonna fly now”, de Bill Conti, comienza la historia del héroe de la película, Rocky Balboa, interpretado por un treintañero Sylvester Stallone. Nos presenta a un boxeador de poca monta que pelea en tugurios por una paga mísera que no le da para vivir y que tiene que compaginar con un trabajo de cobrador/matón al servicio de Gazzo, un prestamista y mafiosillo de tercera categoría.

De este modo, descubrimos el barrio deprimido de Filadelfia en el que Rocky se mueve: trenes pasando por encima de las cabezas de los peatones, calles sucias, negocios cerrados y pandilleros. Pero dentro de esta podredumbre encontramos la pajarería del barrio, en la que trabaja la tímida e introvertida Adrian (Talia Shire), amada de Rocky y hermana de su mejor amigo Paulie (Burt Young).

Apollo Creed (Carl Weathers), actual campeón de los pesos pesados, está preparando un combate épico contra otro boxeador de su talla, cuando recibe la noticia de que su oponente no va a poder combatir y no parece haber nadie que pueda sustituirle. Apollo tiene la brillante idea de celebrar un combate “Campeón vs. Amateur”, brindándole a algún púgil local de Filadelfia la oportunidad de lograr el título de campeón de los pesos pesados. Al revisar el historial de los boxeadores locales un nombre capta su atención: El semental italiano, que no es otro que el “nombre artístico” de Rocky.

Lo demás es historia. Por Rocky, Sylvester Stallone obtuvo dos nominaciones a los Premios Oscar, como Mejor Actor y Mejor Guionista, aunque la cinta recibió 10 en total, de las cuales ganó tres incluyendo el de Mejor Película y Director para John G. Avildsen.

Desde entonces Sylvester Stallone encarnó a Rocky Balboa en otras siete películas. La última de ellas es Creed 2, continuación de Creed (2015), en la que ahora es el entrenador del hijo de aquel boxeador con quien peleó en esa primera entrega, que sigue con la filosofía de hace más de cuatro décadas: “Todo campeón fue una vez un contendiente que se negó a rendirse”.

Hace unas semanas, apenas después de que se estrenó Creed 2 en Estados Unidos, Stallone se despidió de Rocky de una forma emotiva a través de su cuenta de Instagram:

“Sólo quiero agradecer a todos, alrededor del mundo, por llevar a la familia de Rocky en sus corazones durante los últimos 40 años. Ha sido mi máximo privilegio el poder crear e interpretar a este personaje tan significativo. Aunque rompe mi corazón, lamentablemente todas las cosas deben pasar… y terminar. Los amo a todos ustedes, gente amable y generosa y, la cosa más maravillosa de todas, Rocky nunca morirá ya que vive  en ustedes”, dijo.