El pleno de la Cámara de Diputados ratificó a Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda y Crédito Público, el tercer funcionario del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en ocupar esta cartera tras Carlos Manuel Urzúa Macías y de Arturo Herrera Gutiérrez.

Luego de más de tres horas del debate en torno al dictamen que presentó la Comisión de Hacienda de la Cámara baja, la mayoría legislativa se impuso principalmente al PAN cuya bancada votó en contra de la ratificación del funcionario junto con el PRD.

Morena, PT, PES, PRI y Movimiento Ciudadano dieron el sí al nombramiento hecho por López Obrador.

El pleno camaral emitió 319 a favor, 53 en contra y cero abstenciones del dictamen que ratifica a Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda.

En su discurso ante los diputados de la Comisión de Hacienda, Ramírez de la O dejó en claro que la política económica de la Cuarta Transformación será velar por "primero los pobres", por lo que los esfuerzos serán encaminados en fortalecer los programas sociales de Morena y con la proyección de un crecimiento de la economía de 3.6 por ciento para 2022.

Ramírez de la O anunció que será el próximo 8 de septiembre cuando se entregue la propuesta de paquete económico para el siguiente año, el cual se basa en ese pronóstico de crecimiento, de 3.6 por ciento, lo cual aún se encuentra en revisión.

"La Secretaría de Hacienda tiene un papel importante en la articulación del proyecto económico de este gobierno. La política de austeridad y la eliminación de los gastos superfluos en el gobierno han hecho más eficiente y focalizado el gasto público en inversión pública y en el gasto social que está dirigido a proteger a la ciudadanía con menores recursos", puntualizó el funcionario federal.

El nuevo titular de Hacienda aseguró que se continuará con el combate a la evasión y elusión fiscal, lo que ha permitido fortalecer los ingresos sin necesidad de incrementar los impuestos y cargarles la mano a los contribuyentes cumplidos.

Destacó que en los últimos tres años no se han rebasado los techos de endeudamiento aprobados por el Congreso, y ésta será la línea de política que continuará en los siguientes años. "Uno de los objetivos prioritarios del proyecto económico del presidente López Obrador es encauzar los recursos públicos con un enfoque de política pública inclusivo, en beneficio de los grupos más desfavorecidos, reforzando la protección social a través de los programas sociales focalizados, así como de promover la inversión en obras de infraestructura que generen bienestar en todas las regiones del país, incluyendo a regiones como el sureste de México".

En el marco de la actual crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19 tuvo consecuencias económicas globales, en México el PIB se contrajo 8.3% en 2020, de acuerdo con el INEGI.

Para enfrentar esta coyuntura económica, argumentó Ramírez de la O, el gobierno de México se enfocó a hacer un uso más eficiente de los recursos públicos para poder absorber el costo de la pandemia en el sistema de salud sin utilizar más endeudamiento o incrementar los impuestos por encima de lo que había aprobado el Congreso.

La respuesta se enfocó en el re-direccionamiento de gasto no prioritario al gasto a la atención y control de la pandemia, incluyendo la adquisición de vacunas.

Parte de la respuesta incluyó el apoyo al consumo de las familias adelantando 40 mil millones de pesos de programas sociales; favoreciendo con 2 millones de créditos a las pequeñas empresas familiares y de autoempleo, formales e informales.

Se respaldó –dijo– también a 671 mil trabajadores del Estado con créditos personales del ISSSTE.

"También se impulsaron obras de infraestructura por 25 mil millones de pesos en 50 ciudades; se difirieron, para personas y empresas, pagos de intereses por cuatro y hasta seis meses flexibilizando los criterios contables de los bancos, y se facilitó la regulación para que la banca comercial aumentara el crédito", destacó.

Refirió que los ingresos tributarios se incrementaron en 0.8% real anual respecto a 2019, que fue resultado, sobre todo, del combate a la elusión y evasión fiscal.

"Nuestro país hoy cuenta con una posición fiscal sólida y con menores niveles de endeudamiento público cuando se compara con otras economías emergentes, así como con finanzas públicas sanas y un sistema bancario bien capitalizado. Esto ha sido reconocido por las principales agencias calificadoras internacionales", aseguró.