
A las empresas de televisión cable y televisión satelital, con importantes inversiones en el mercado, no les gustan “modelos de negocios” como el de la firma Roku, empresa privada fundada en Estados Unidos que generó una plataforma para descargar aplicaciones vía internet que ponen a disposición del consumidor millones de series, películas, documentales y todo tipo de contenidos.
A esta columnista, los responsables de relaciones públicas de Roku le aclararon que, bajo ninguna circunstancia, violan los derechos de autor o la propiedad intelectual; que ellos no y que, incluso, cuentan con mecanismos para bloquear los contenidos que no pagan derechos. Es más, le dijeron a esta columnista que, simplemente, esta reportera no entendía el negocio de Roku. Bueno, por cierto, tampoco los abogados que se quejan de la piratería de contenidos lo entienden. A Roku le favorece, dicen los directivos de relaciones públicas de la firma estadunidense, que el usuario use correctamente su plataforma y que no baje contenidos sin licencia. En fin, que Roku se deslinda si su servicio de streaming se utiliza para bajar contenidos que no pagan regalías a sus dueños. Ese, dicen, no es su problema. Muy bien. Pero el conflicto existe porque la controversia no se hará esperar pues si bien Roku asegura que protege los derechos de autor y la propiedad intelectual, tendrá que dejar claro que su sistema no permite la piratería de canales porque cada casa productora tiene sus propias políticas y esas no se están respetando violando la propiedad intelectual en muchos casos. Por ejemplo, si Roku y su sistema de streaming tiene autorizado sólo un grupo de países, cómo se evitará que lo envíen a otros mercados. Todo es relativo en Roku. Es por esa razón porque su sistema tiene un gran problema de restricciones. Roku para proteger la propiedad intelectual tendría que generar un sistema parecido a lo que sucede con las consolas de videojuegos que bloquean los contenidos por regiones. Así queda claro que todo mundo quiere estar en Internet y pagar cada vez menos por contenidos. Netflix, sin embargo, sigue invirtiendo en derechos de las series que integra a su interfaz porque tiene un claro interés de fortalecer su marca. Por ahora, por cierto, descarta ofrecer transmisión de eventos deportivos que, por cierto, son el rey de los contenidos. Veamos las cifras de Televisa, el principal jugador en el mercado de los contenidos y la televisión abierta:
De marzo a la fecha, de acuerdo con cifras de Nielsen-IBOPE, Televisa ha ganado en las preferencias a su principal competencia en los cuatro últimos duelos eliminatorios que ha sostenido la Selección Mexicana contra Costa Rica, Trinidad y Tobago, Honduras y EU. La tendencia va en ascenso y en el encuentro contra Trinidad y Tobago la televisora que preside Azcárraga Jean superó a TV Azteca por 36.4%, en el del pasado domingo contra EU, la diferencia se agrandó y alcanzó un 49% con respecto a la televisora del Ajusco. Otro ejemplo, la transmisión del partido del equipo Guadalajara se convirtió en uno de los eventos más vistos.
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