Metrópoli

“Quiero ser fifí… con productos pirata”

La alteración de productos como champús, pastas de dientes, lociones y desodorantes puede afectar a quienes los compren, advierte la Canipec. Hay casos en los que venden rastrillos y cepillos de dientes reutilizados; lociones y perfumes, lo que más compran los capitalinos

La alteración de productos como champús, pastas de dientes, lociones y desodorantes puede afectar a quienes los compren, advierte la Canipec. Hay casos en los que venden rastrillos y cepillos de dientes reutilizados; lociones y perfumes, lo que más compran los capitalinos

“Quiero ser fifí… con productos pirata”

“Quiero ser fifí… con productos pirata”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En la Ciudad de México es cada vez más común que los capitalinos recurran a la compra de productos de aseo personal piratas o de bajo costo y los más pirateados son los perfumes, que se compran en los tianguis o mercados, así lo señala la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (Canipec).

Según la cámara, la compra de rastrillos, cepillos de dientes, desodorantes o champús que no se realice de manera formal en una tienda de autoservicio, puede traer consecuencias a la salud, como enfermedades producidas por químicos que usan para alterar la composición de algún producto, o daños en la piel, en el caso de los rastrillos, que en muchas ocasiones son reutilizados y sólo son envueltos para su comercialización.

En varios recorridos hechos por Crónica se constató que estos productos pirata son fáciles de hallar, en tianguis y puestos ambulantes de cualquier parte de la capital del país.

Además, los precios son muy bajos en comparación con los que se ofrecen en los estantes de los supermercados; por ejemplo, mientras un desodorante en aerosol de 175 mililitros cuesta en tienda 48 pesos, en uno de manera informal el precio es de 23 pesos.

“Todo es más barato aquí joven, es lo mismo, sólo porque la cajita o el paquete está dañado lo de adentro sigue igual, no se preocupe”, comentó un ambulante en el Centro Histórico, mientras vendía productos de aseo personal.

Rosa María Sánchez, directora del Programa de Bienestar del Canipec, comentó en entrevista con esta casa editorial que los consumidores prefieren ir a estos mercados por los precios más bajos; la razón: no son productos que cumplan con las normas de seguridad necesarias o establecidas por las autoridades.

“Al utilizar y mezclar ingredientes químicos, con independencia de que sean naturales o sintéticos, sin conocimiento profesional, sin procesos regulados, sin permisos de la autoridad, le es imposible a estos productos dar una garantía para la salud del usuario y esto es algo muy riesgoso y perjudicial para los consumidores”, explicó Rosa María Sánchez.

La especialista señaló que muchos de estos productos que se venden de manera ilegal en las calles son robados o rellenados con productos que pueden causar daños a quienes los usen.

“Cualquier producto puede contener ingredientes prohibidos actualmente por nuestra legislación, entre otros:  labiales, máscara para pestañas, delineadores, sombras para ojos, rastrillos, cremas antiedad, mascarillas especialmente las que ofrecen efectos peeling, pastas de dientes, champús, etc.”, comentó Rosa María.

Los productos de cuidado personal más pirateados son los perfumes, que se compran en los tianguis o mercados.

Según las cifras del Centro de Investigación para el Desarrollo A.C., en 2018 el consumo de productos pirata en México alcanzó un valor mínimo de alrededor de 43 mil millones de pesos y una pérdida recaudatoria de poco más de 6 mil millones de pesos por Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Durante ese mismo año, los mexicanos gastaron 7 millones 429 mil 390 pesos en productos de limpieza y 2 millones 439 mil 484 en cosméticos, lociones y perfumes pirata, de acuerdo con una encuesta de dicho organismo.

El estudio reveló que por lo menos 25 por ciento de las personas compró cosméticos, lociones y perfumes en el mercado informal y de ese porcentaje un 21 por ciento consumió productos de limpieza y 13 por ciento los adquirió para el cuidado personal.