Opinión

San Antonio de Padua y las leyes

San Antonio de Padua y las leyes

San Antonio de Padua y las leyes

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Este domingo la Iglesia celebra a San Antonio de Padua, una persona que en su tiempo fue letrado y un magnífico oradorinteresado en los problemas sociales.

Estudió con los frailes de la Orden de Santo Domingo,aunque luego cambió a los franciscanos, con lo que imprimió un doble carisma a su forma de ser. Se especializó en las aportaciones que hicieron algunos doctores de la Iglesia, como San Agustín de Hipona, San Ambrosio,Jerónimo de Estridón, Gregorio El Magno y Bernardo de Clarava, pero también estudió a los clásicos latinos como Homero, Oviedo y Séneca.

Al revisar los discursos de San Antonio, se advierte su preocupación por la organización política y ciudadana de su tiempo, pero además muestra su pesimismo en la administración de justicia en los tribunales, donde observa "intrigas de los poderosos contra los miserables, crueles sentencias contra los pobres, que derraman lágrimas inocentes y de los que no tienen a nadie que los apoye".

San Antonio de Padua, nacido en Portugal, se opuso a que se encarcelara a las personas por causa de deudas contraídas y varios jurisconsultos retomaron sus conceptos al momento de legislar y aplicar la Ley, supliendo, en ocasiones, la prisión por el embargo.

San Antonio apoyaba económicamente a las familias de los presos y también, pidiendo limosna, hacía ahorros que regalaba a las mujeres casamenteras para cumplir con el compromiso de las dotes, de allí que tenga fama de ser un buen casamentero con oficio de Celestina.

En oposición de aquellos abogados que lucraban con el derecho y manipulan la justicia con fines e intereses privados, San Antonio creía únicamente en la ley divina: “la ley impresa en la naturaleza humana por el Creador y aquella formulada positivamente desde el principio en la revelación del decálogo, llevada después hasta su cumplimiento en su última perfección por Cristo en el sermón de la montaña, -refiriéndose a las Bienaventuranzas. A sus ojos, sólo estabaes la norma fundamental de la práctica, capaz de llevar al hombre a la verdadera justicia.”

La vida de San Antonio de Padua, a pesar de que falleció joven, dio numerosos frutos en materia de conversiones, caridad y fe, no tan sólo en Italia, sino en Portugal, España, Francia y África, pero, además, también influyó notablemente en distintos planos y profesiones, como es el caso del Derecho Civil.

Existe la costumbre de poner su imagen de cabeza o lo que es peor, quitarle al Niño Jesús de sus brazos, como una forma de “presionarlo o chantajearlo” para que se ayude a conseguirse alguna buena pareja sentimental, acto que más cae en el paganismo y la idolatría, que, en un acto de súplica piadosa, pero más allá de esta extravagancia muy mexicana, él hizo grandes aportaciones a la jurisprudencia que en ocasiones, la ha puesto de cabeza.