
A casi una semana del sismo, los habitantes de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, pueblo tradicional del sur de la Ciudad de México limpian, sin agua, los escombros; hacen un recuento de los daños y agradecen el apoyo de miles de brigadistas voluntarios que empezaron a marcharse este fin de semana.
“Tenemos una semana sin agua. No nos hemos bañado y el agua que nos han regalado sólo es para beber. La delegación Xochimilco prometió pipas pero no hemos visto más que una que vino antier, se agotó en media hora y sólo alcanzó para unos 20 vecinos que llenaron sus botes”, dijo a Notimex la señora Isabel, madre cuatro hijos y quien consiguió un garrafón de 20 litros para beber y cocinar.
La actividad comienza a notarse en las calles polvosas de este pueblo originario, cuyo nombre Atlapulco significa "donde revolotea el agua" o "en las tierras del fango", y que fue el más golpeado de Xochimilco por el sismo de 7.1 grados.
En la zona chinampera de San Gregorio, en el Barrio de La Conchita, decenas de personas sacan agua de los canales para llenar cubetas, garrafones y pequeños tinacos, y lavar trastes o bañarse.
“Le estamos poniendo cloro al agua. Sabemos que no es potable, pero ya tenemos seis días sin agua y no hay pipas que nos surtan, incluso hay una fuga de agua en la carretera Xochimilco-Tulyehualco y no vemos personal del gobierno de la Ciudad de México ni de la delegación que lo esté reparando”, dijo Bulmaro Hernández, moto-taxista.
Este lunes llegaron a la comunidad dos camionetas pick up de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) con agua embotellada para repartir en la Plaza Cívica, donde personal de la Secretaría de Desarrollo Social capitalina racionó la entrega del líquido.
“Sólo una botella de dos litros por familia”, grita por el altavoz una mujer de chaleco rosa, mientras unas 50 personas en fila esperan obtener un poco del líquido para beber y cocinar.
En los diversos puestos médicos instalados por las secretarías de Salud, de Marina y de la Defensa Nacional, así como por organizaciones no gubernamentales, se ofrece terapia psicológica y se aplican vacunas contra el tétanos.
“Hay preocupación de que existan brotes o epidemias por la falta de agua. Además hay mucha basura y polvo en las calles. Estamos distribuyendo cubrebocas, pero el mayor problema es la carencia de agua y nos vemos ningún esfuerzo de la delegación Xochimilco ni del gobierno de la Ciudad de México o de la Conagua para resolver este grave problema”, lamentó el médico y brigadista voluntario Armando Ruiz.
Doña Micaela, de 70 años, lleva formada dos horas en espera de un garrafón de 20 litros de agua. “Ayer me dijeron que ya no había y me dieron dos botellitas de un litro. En mi casa somos cuatro y no alcanza. Además no hemos trabajado y ya no tenemos para comprar en la tienda”, dijo afligida.
Camionetas particulares ayudan en el abasto de agua. Con tinacos que llenan en la delegación Milpa Alta tratan de paliar la crisis del líquido en este pueblo y otros como Nativitas, donde tampoco se tiene el elemento desde hace casi una semana.
“Avelino Méndez, ya ponte a trabajar, nos urge agua”, es la demanda en cartulinas pegadas en postes y puertas en todo los pueblos y barrios de Xochimilco, como reclamo al jefe delegacional.
Copyright © 2017 La Crónica de Hoy .