Se acabó la pesadilla para los soñadores
HISTÓRICO. Contra todo pronóstico, la Corte Suprema de EU humilló al presidente al señalar que fue “caprichosa” su decisión de cancelar el programa DACA, creado por Obama. Enorme victoria para 650 mil jóvenes -en su mayoría nacidos en México- que se libran de la deportación.
HISTÓRICO. Contra todo pronóstico, la Corte Suprema de EU humilló al presidente al señalar que fue “caprichosa” su decisión de cancelar el programa DACA, creado por Obama. Enorme victoria para 650 mil jóvenes -en su mayoría nacidos en México- que se libran de la deportación.
Pocos tenían la esperanza de que la Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora, fuese a fallar ayer a favor de los soñadores. De hecho, eran pocos los que se acercaron por la mañana a la sede del máximo tribunal del país, para que no permitiera que el gobierno de Trump les deportara a países donde nacieron, pero que muchos ni siquiera han visitado. “Esta espera me está matando”, tuiteó la soñadora mexicana Reyna Montoya. Minutos después, a las 10 de la mañana, moría, pero de alegría.
Por 5 votos a favor y 4 en contra, la Corte Suprema sentenció que el presidente Donald Trump no debió paralizar en 2017 el programa DACA, creado en 2012 por su antecesor, el demócrata Barack Obama, y que ha permitido trabajar o estudiar, sin temor a ser deportados, a unos 650 mil jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos de niños, la inmensa mayoría nacidos en México (530 mil).
El republicano -que en noviembre buscará la reelección- sufrió de esta manera la derrota más humillante de su mandato, ya de por sí plagado de escándalos. Se trata, además, de una derrota con sabor a traición, puesto que quienes han asestado el golpe han sido los jueces de la máxima corte, que él mismo se encargó de que tuviera mayoría conservadora para que arropara de legalidad sus órdenes.
"La decisión del DHS (siglas del Departamento de Seguridad Nacional) de acabar con DACA fue arbitraria y caprichosa", escribió Roberts en el argumento final.
La Corte no entró a valorar la legalidad de DACA, sino que rechazó "el procedimiento" que usó el Gobierno de Trump a la hora de tumbar el programa, y dejó claro que la Casa Blanca puede intentar interrumpirlo de nuevo si quiere, pero es probable que le resulte complicado hacerlo antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Ayer, visiblemente enojado ante otra promesa incumplida (como el famoso muro), escribió furioso: "Estas decisiones horribles y políticamente cargadas que salen de la Corte Suprema son como ráfagas de escopeta en la cara de la gente que se enorgullece de llamarse republicanos o conservadores".
"Necesitamos más jueces del Supremo o perderemos nuestra Segunda Enmienda (que garantiza el derecho a portar armas) y todo lo demás. ¡Voten por Trump en 2020!", añadió con un lenguaje cada vez más escorado a la extrema derecha.
Y OBAMA, FELIZ. En las antípodas del comportamiento de Trump, el expresidente Barack Obama se mostró “feliz". "Esta semana hace ocho años desde que protegimos de la deportación a gente joven que creció dentro de nuestra familia estadunidense", escribió en referencia al decreto por el que creó el programa DACA, emitido el 15 de junio de 2012."Y ahora, para defender esos ideales, tenemos que seguir adelante y elegir (en noviembre) a Joe Biden”, quien, en el mismo tono, prometió que, si gana, “enviaré al Congreso un proyecto de ley para proteger definitivamente a los soñadores el día uno de mi Administración".
En cualquier caso, la pesadilla de la deportación acabó ayer para los más de 650 mil soñadores. Falta ahora rematar la victoria con una derrota de Trump en las urnas dentro de cuatro meses y medio. Sólo entonces, el resto del mundo podrá decir que la pesadilla ha terminado.
fransink@outlook.com
havh