Quienes ocupan el Auditorio Justo Sierra de la UNAM, mejor conocido como Che Guevara, en Ciudad Universitaria, no están dispuestos a liberarlo.
Desde que la máxima casa de estudios manifestó la intensión de recuperar ese inmueble, tomado desde hace 16 años, se observa mayor movimiento en el Che Guevara, a decir de estudiantes de la aledaña Facultad de Filosofía y Letras.
Hoy se vivirá una jornada de movilizaciones de grupos estudiantiles que exigirán que el principal auditorio de la Universidad Nacional sea liberado. Uno de los grupos, integrado por alumnos de Derecho, ha buscado a sus otrora rivales del Consejo de Huelga del año 2000 (aquel que hiciera famoso a personajes como El Mosh) para que aboguen igualmente por la liberación del Justo Sierra Ché Guevara.
Quienes hoy tienen en su poder el espacio habían analizado la opción de permitir visitas de medios de comunicación al lugar, pero al final lo descartaron y, al parecer, optarán por la resistencia.
Los habitantes (algunos de ellos verdaderamente viven allí) son estudiantes, vendedores ambulantes, ex alumnos, fósiles… participan en foros y reparten trípticos que contienen lo que ellos consideran la verdad de la UNAM.
Incluso colocaron en la fachada mantas y lonas en las que se lee el objetivo: permanecer en el auditorio “en lucha contra el sistema".
“Montaje Mediático, por cada desalojo mil ocupaciones", se lee en una de las mantas que fue colocada en la fachada del Auditorio y que alude a la detención de Jorge Emilio Esquivel Muñoz, alias El Yorch, quien forma parte del grupo de activistas que mantiene el control del auditorio.
También hay paredes y columnas con grafitis; son huellas del descontento por la captura del joven, el 24 de febrero, que la Procuraduría General de la República (PGR) aseguró era narcomenudista.
“Nunca más policía y Ejército en la UNAM, la Autonomía es la vida, la sumisión es la muerte. Defendamos al “Che". No al desalojo", expresa una manta de ocho metros de largo, colocada en una de las paredes del Justo Sierra.
Por los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras circulan los rumores de que los activistas están dispuestos a todo para impedir el desalojo; según estudiantes los rumores son creíbles.
Prueba de ello son las barricadas, quema de vehículos y mobiliario académico, toma de instalaciones y agresiones a personal de seguridad UNAM, que ocurrieron tras la detención del “Yorch", que ya está en libertad.
¿A QUIEN LE TOCARÍA CUIDARLO? Es curioso que tanto los paristas como las autoridades universitarias se afanen especialmente en analizar a quién le toca la administración del Justo Sierra.
En tanto los invasores del auditorio circularon proclamas señalando que son oficinas de Rectoría las que siempre tuvieron el control de este lugar, fuentes universitarias consultadas por Crónica señalaron que una eventual recuperación generará un problema nuevo.

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