
Los bebederos que fueron instalados por las autoridades capitalinas en parques y jardines de las 16 delegaciones, no funcionan, carecen de agua y están vandalizados… Sólo están de adorno.
Misma suerte corren las fuentes, se encuentran secas y llenas de tierra y hojas.
La Agencia de Gestión Urbana y la Autoridad del Espacio Público, dependencias que pertenecen al Gobierno de la Ciudad, aseguraron que es el Sistema de Aguas el organismo encargado de la instalación y mantenimiento de los dispositivos.
Sin embargo, en una adición que se hizo a la Ley de Aguas se establece que corresponde a las delegaciones establecer bebederos en los parques y las oficinas de administración; así como darles mantenimiento, monitoreando la calidad del agua potable con apoyo de la Secretaría de Salud.
El 23 de marzo de 2015, el gobierno capitalino publicó en la Gaceta Oficial las disposiciones sobre el establecimiento de bebederos en parques, plazas comerciales y oficinas públicas.
Incluso entregó 230 bebederos a las demarcaciones con un costo de 57 mil 122 pesos cada uno.
Y, a casi de tres años de haber sido instalados, los capitalinos no pueden hacer uso de ellos, puesto que no cuentan con agua y los que sí funcionan tienen fugas que ocasionan el desperdicio.
Por ejemplo, en el Jardín Pushkin existen bebederos que no tienen gota de agua y en el que se instaló frente al edificio de Gobierno, en el Zócalo, ocurre lo mismo.
Crónica recorrió más de diez parques de las delegaciones Benito Juárez, Coyoacán y Cuauhtémoc y en ninguno de ellos sirven los aparatos.
En la Alameda Central, uno de los espacios públicos más visitados de la delegación Cuauhtémoc y de la CDMX, fueron instalados cuatro bebederos. Ninguno funciona.
Inclusive el que se encuentra a la salida de la estación del Metro Bellas Artes, presenta una fuga y el agua se desperdicia “a chorros”.
Frente al Zócalo capitalino fue construido un parque de bolsillo, el cual además de contar con bancas y ejercitadores, tiene un despachador de líquido, pero la mayoría de las veces no tiene agua.
A decir de usuarios, al aparato tampoco le funciona el botón, por lo que, cuando hay líquido, se desperdicia.
Un turista colombiano se acercó al despachador para rellenar su botella, sin embargo, no salió agua de la boquilla.
“Yo pensé que sí servían y se me hizo una buena idea que existan cosas así, pero no sirvió”, comentó el joven llamado Dany.
A lo largo del corredor de Álvaro Obregón se pueden encontrar bebederos, pero la mayoría no opera y los que sí, presentan desperfectos o son utilizados para dar agua a las mascotas.
En el Jardín Dr. Ignacio Chávez además de que no funciona la fuente y se encuentra abandonada, los bebederos están olvidados.
En la delegación Benito Juárez, la situación es la misma; incluso las autoridades decidieron retirar por completo los despachadores y sólo queda la estructura.
Algunos vecinos contaron que en el Parque Arboledas, los bebederos sí servían. Los vecinos los utilizaban tanto para uso personal como para darle de beber a sus perros; sin embargo, a principios del año pasado fueron retirados.
En el Parque de los Venados, de los diez bebederos instalados sólo tres funcionan.
“Desde los primeros dos meses que los instalaron dejaron de funcionar y sólo unos cuantos sirven porque no vienen a revisarlos, tenemos que meter la queja para que vengan a arreglar las fugas o a limpiar los despachadores”, indicó Mariana López, una vecina.
Pero no sólo los bebederos están olvidados, también las fuentes…
En Iztapalapa, frente a la estación Atlalilco, no hay chorro, el sitio está olvidado y con polvo.
Lo mismo ocurre a lo largo de Río Churubusco. Las fuentes están secas y olvidadas, tal es el caso de la que se encuentra sobre dicha arteria en su cruce con canal de Apatlaco.
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