
A seis años del crimen perpetrado en contra del activista Christian Iván Sánchez Venancio, excoordinador del Comité de Diversidad Sexual del PRD en el DF, persisten aún graves dudas en torno a la presunta participación del exdiputado federal Jonathan Jardines Fraire, quien en su momento fue llamado a declarar en torno a este homicidio, pero misteriosamente se canceló esa línea de investigación.
Familiares y amigos del activista de la diversidad sexual consideran que aun cuando oficialmente se le dio solución, quedan grandes dudas en torno a la responsabilidad de Jardines Fraire, ya que de acuerdo a las indagatorias iniciales, en el teléfono del luchador por los derechos sexuales se detectó una llamada telefónica registrada como La Jovana horas antes de haber ocurrido el homicidio y al realizar las investigaciones resultó que ese número correspondía al del ex diputado Jardines Fraire.
Los familiares y amigos suponen que en su calidad de diputado federal, Jardines Fraire pudo haber tenido los privilegios para no ser investigado a fondo, ya que gozaba con fuero y eso le permitió que las líneas de investigación en su contra fueran reservadas para que no lo involucraran.
En su momento, el hermano mayor de Christian, Daniel, declaró que se trató de un crimen de odio muy bien planeado y sus homicidas se aprovecharon de la bondad de su hermano.
En tanto que el Comité Sol y Arcoíris puntualizó que la pérdida de Christian deja un vacío en el movimiento por la defensa de los derechos sexuales, toda vez que se trataba de un activista, comprometido, honesto, valiente y decidido a luchar por todos los derechos del movimiento LGBTTTI.
Como se recordará el pasado 23 de julio del 2011 se encontró el cuerpo de Christian Iván Sánchez Venancio en el interior de su domicilio, ubicado en la UH Nonoalco Tlatelolco, delegación Cuauhtémoc, con diversas heridas de arma punzocortante, lo que hizo suponer que fue un crimen de odio, sobre todo con la brutalidad con la que se cometió.
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