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Sembrando Vida, carnada para abandonar proyectos sustentables en la Lacandona

El programa está encabezado por la Secretaría del Bienestar y está destinado a que campesinos siembren árboles maderables y frutales a cambio de 5 mil pesos mensuales o 60 mil pesos al año por agricultor. MLO señala que cerca de 80 mil campesinos sembrarán más de 200 mil hectáreas en Chiapas.

Sembrando Vida, carnada para abandonar proyectos sustentables en la Lacandona

Sembrando Vida, carnada para abandonar proyectos sustentables en la Lacandona

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La 4T llegó a la Selva Lacandona a través de Sembrando Vida, uno de los proyectos estrella de Andrés Manuel López Obrador.

Sembrando Vida está encabezado por la Secretaría del Bienestar y no del sector agrícola o forestal, y está destinado a que campesinos siembren árboles maderables y frutales a cambio de 5 mil pesos mensuales. Son 60 mil pesos al año por agricultor, muy difíciles de lograr en esta región chiapaneca.

Y son 60 mil pesos que cambian la dinámica en la región, “completamente artificiales”, dice un promotor de proyectos económicos sustentables en el área consultado por Crónica, “porque es más o menos lo mismo que pueden sacar si participan en proyectos productivos sustentables, adecuados (para la ecología) en el lugar”.

¿La diferencia? El trabajo en Sembrando Vida es mínimo, se paga pase lo que pase con el árbol sembrado, a modo de las becas amlistas, tal y como lo señaló el propio Presidente en una visita a la región: es un apoyo directo.

En tanto, los proyectos productivos (uno ecoturístico, por ejemplo, o el manejo y cuidado de la selva para recibir a cambio pago por servicios forestales de la Comisión Nacional forestal) exigen trabajar duro diariamente y planear las acciones para que los ingresos no decaigan.

—¿Y las familias ya no quieren entrarle a los proyectos productivos?

—Pues es que también ha llegado hasta allá, se escucha el discurso de que los académicos y las organizaciones civiles son fifís o que hasta son parte de la corrupción —comenta desde el anonimato el líder de proyecto y también académico universitario.

Sembrando Vida está entrando por el noroeste y el sur de la Selva Lacandona, fuera de las áreas legalmente protegidas como Reserva Integral de la Biófera Montes Azules (RIBMA). En Ocosingo, uno de los municipios en los que se asienta la Reserva, son ya 16 mil 816 familias las que están en Sembrando Vida.

En este municipio, al oeste de las zonas arqueológicas de Bonampak y Yakchilán, existe un corredor estrecho que formalmente es parte aún de la RIBMA, pero donde la selva ha sido desmontada sistemáticamente desde hace décadas. Sembrando Vida, al menos en los reportes disponibles, no ha tocado esta área, pero es factible que ese sea un territorio donde el programa amlista influya notablemente.

La vegetación secundaria, la que ha surgido después de la tala de los árboles más altos, podría ser adecuada con la siembra de maderables y frutales. En tal caso, el programa gubernamental evitaría la destrucción total. Pero también se corre el riesgo de que los ganaderos de Ocosingo encuentren allí un nuevo sitio para potreros en tanto que sus terrenos fuera de la reserva se destinan a sembrar maderables, ganándose los recursos del programa amlista.

En el sur, en la frontera con Guatemala, Sembrando Vida fue donde el programa fue comentado en persona por el mismísimo presidente. En Benemérito de las Américas, AMLO señaló: “Conozco esta región del país, soy del sureste, yo mismo tengo una casa en Palenque y desde 1973 conocí la Selva Lacandona, en el primer año de universidad”, les narró AMLO a sus oyentes en la visita del pasado 22 de agosto.

“Conozco muy bien cómo se fue repoblando esta región”, añadió y (como hace en otros temas) hizo un recorrido histórico por la explotación de las maderas valiosas de la selva en tiempos porfirianos.

“Por la caoba hubo mucho desarrollo y luego volvió la calma a la Lacandona, se despobló y posteriormente, desde los setenta, empezó la colonización de esta región de Chiapas”, señaló para añadir la llegada de tzeltales y choles desde regiones chiapanecas vecinas, así como de la oleada de agricultores mestizos desde otros estados, todo en la segunda mitad del siglo pasado, llevados como parte de la expansión de la frontera agrícola nacional.

AMLO informó que se estaban sembrando 200 mil hectáreas en Chiapas, 80 mil campesinos como empleo permanente, no temporal, con el jornal de 5 mil pesos mensuales “y lo van a tener todo el sexenio y no es crédito, es apoyo, porque queremos que se siembren árboles frutales, maderables y que queden de herencia”, indicó el presidente.

En los municipios que bordean la RIBMA, Benemérito y Marques de Comillas, la cifra es de 3 mil 619 productores en Sembrando Vida.

La selva tiene así, en conjunto, a 20 mil 435 sembradores de vida, con pago de 5 mil pesos mensuales, en torno a una selva ­asediada.