Opinión

“Sigamos siendo responsables”

“Sigamos siendo responsables”

“Sigamos siendo responsables”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Las medidas asumidas de manera conjunta por los responsables de la hacienda pública y el banco central no son las más aceptadas pero sí necesarias en tiempos de volatilidad cambiaria. Lo son porque hasta ahora las subastas diarias del Banco de México no tuvieron el efecto esperado y el peso continuaba en estos vaivenes en la paridad, principalmente con el dólar.

Sin embargo, es buen momento para que además de los recortes y ajustes que están por darse se aproveche la oportunidad para reflexionar sobre el tipo de políticas económicas actuales. Me refiero no sólo al tipo de modelo económico mexicano, sino que es momento de que éste sea acompañado de un mayor compromiso por parte de los responsables de ponerla en marcha. Es común que nuestra política económica esté referida sólo a grandes variables que unos pocos entienden, pero debemos ir más allá, comenzar a permear, discutir e impulsar políticas económicas que incluyan un rostro social, que sean transparentes de cara a la población. Porque si bien, cuando es preciso hacer ajustes presupuestarios como los actuales, tiene consecuencias para muchos, sí; pero también es necesario que esto sea compensado con resultados palpables para la población. Porque al final, a los que más impacta es a los que menos condiciones tienen para defenderse.
Por ello, cada ajuste económico debe acompañarse de manera seria por políticas económicas responsables, que se traduzcan en mejores condiciones y oportunidades para la gente. Considero que la decisión sobre el recorte presupuestal fue en la dirección correcta, el alza en las tasas de interés de 0.25% era necesaria y no tuvimos que esperar a ver qué hacía la FED en Estados Unidos, tomamos nuestras propias decisiones y riesgos; sin embargo, este momento se convierte en un área de oportunidad para revisar no sólo nuestras condiciones económicas nacionales, sino nuestros fundamentos en lo social, es decir, hacer que la política económica (aunque sean tiempos de ajustes) fortalezca las capacidades de la gente, en particular los que menos tienen.
Mucho tiempo la política económica modelaba escenarios ideales para alcanzar la tan mencionada igualdad, equidad o distribución, pero era vista bajo una perspectiva del ingreso, lo que significaba que mejorar era sinónimo de aumentarlo. Plausible pero no suficiente.
Sin embargo, hoy esta visión ha cambiado, además de una política económica en pro del ingreso y del aumento de la demanda, hoy se habla de políticas económicas que fortalezcan la capacidades (tal como lo señaló Francis Tompson, expresidente de la FED), que permitan a la sociedad tener una gama de opciones y escoger la que mejor les convenga, que tengan libertad para hacerlo y no sólo estar a expensas de modelos, ortodoxias y pensamientos económicos importados.