Academia

Sin financiamiento del Conacyt, la AMC paraliza programas académicos

Los programas de la institución han sido suspendidos durante el primer trimestre del 2019 debido a que el consejo no ha emitido las convocatorias que las financian

Los programas de la institución han sido suspendidos durante el primer trimestre del 2019 debido a que el consejo no ha emitido las convocatorias que las financian

Sin financiamiento del Conacyt, la AMC paraliza programas académicos

Sin financiamiento del Conacyt, la AMC paraliza programas académicos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) es la institución más grande del país que convoca a los investigadores más destacados en todas las áreas del conocimiento para promover la cultura científica en la sociedad.  Empero, hoy está bajo estrés financiero debido a la falta de recursos provenientes del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), por lo que sus programas se encuentran inoperantes.

En un correo electrónico enviado a sus agremiados, el presidente de la institución, José Luis Morán y el Consejo Directivo expresan la gravedad del tema: “Con preocupación les comunicamos que la Academia Mexicana de Ciencias se encuentra en una grave situación económica que nos ha obligado a suspender las actividades de todos sus programas durante el primer trimestre de 2019”.

En el texto explica que históricamente el presupuesto para estos programas ha sido otorgado por el Conacyt a través de una de sus convocatorias, la cual aún no se publica, “y no hay una fecha definida para su emisión”. Una vez que se dictamine la convocatoria, agrega, el monto del presupuesto de la AMC para 2019 se conocerá y se podrá ejercer. “Estamos realizando acciones para lograr mantener durante estos meses la operatividad de la AMC, para así reanudar las actividades tan pronto contemos con recursos”.

“Dada la grave situación económica que atraviesa nuestra Academia”, el Consejo Directivo enfatizó a sus agremiados a regularizar la aportación de sus cuotas. La institución se compone por dos mil 779 científicos, de los cuales 109 son “miembros correspondientes”, es decir, investigadores que no residen en el país, algunos de origen mexicano, con los que permanece un intercambio académico. Diez de éstos son premios Nobel.

En 1959 se firmó el acta constitutiva de creación de la Academia de la Investigación Científica, que en 1996 cambió su nombre por el actual. “Así, de una instancia que buscaba agrupar a los investigadores realmente activos ante la gran dispersión en la que se encontraban, la Academia evolucionó en una de las instancias más importantes del país en la difusión, apoyo y promoción de las ciencias en sus diversas expresiones, ello a través de varios programas y premios”, se suscribe en su página web.

Entre los programas que lleva a cabo la institución, y están ahora suspendidos, se encuentran Domingos en la ciencia, La ciencia en tu escuela y el de las olimpiadas del conocimiento, de las cuales se seleccionan a los mexicanos que asisten a los encuentros internacionales, donde siempre obtienen medallas.

La institución también está encargada de la planeación, calificación y financiamiento de concursos como el de Investigación de la AMC, Weizmann, a las mejores tesis de doctorado en ciencias sociales, para mujeres en las ciencias sociales y humanidades y el Nacional Juvenil del Agua, entre otros.

ROMERO HICKS. El cisma por el que atraviesa la AMC es una muestra de los “efectos de la austeridad obsesiva del gobierno”, de acuerdo con Juan Carlos Romero Hicks, coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados y exdirector del Conacyt.

En un comunicado, el panista señala que “se entiende que hubo un cambio de administración y que se están haciendo ajustes, pero el funcionamiento de la Academia no puede esperar a que el nuevo gobierno entienda cómo llevar a cabo los procesos administrativos; para eso hay un periodo de transición en el que se deben prever los ajustes sobre la marcha, pero no se detiene la operación porque entonces se paraliza el funcionamiento de forma innecesaria”.

El legislador también hace referencia a que la forma en la que ha procedido el gobierno federal ha afectado la operación de instituciones como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y el Instituto Nacional Electoral.