Este miércoles el Partido Socialdemócrata de Dinamarca se impuso en las elecciones generales del país, con el 25.9 por ciento de los votos, por delante del hasta ahora gobernante Partido Liberal danés, que se quedó con el 23.4 por ciento.

La líder socialdemócrata, Mette Frederiksen, aspira ahora a convertirse en la primera ministra más joven del país, con 41 años, e inició ayer mismo las negociaciones para lograr el puesto.

En total, el centroizquierda, que incluye a cuatro partidos, obtuvo 91 escaños, uno por encima de la mayoría absoluta, y 16 más que el bloque de derecha liberal liderado por el Partido Liberal del hasta ahora mandatario Lars Løkke Rasmussen.

El cambio de gobierno no variará la política de extrema línea dura de Dinamarca con la migración, puesto que Frederiksen ha respaldado durante estos cuatro años las posturas restrictivas de Rasmussen, y ya advirtió de que esto no cambiará.

Esta política antimigratoria es una de las explicaciones del desplome de xenófobo Partido Popular Danés, que perdió el 58 por ciento de sus votos, se desplomó al 8.8 por ciento y queda ahora como tercera fuerza.