Nacional

“Sólo les puedo garantizar el sueldo de la presente semana, “y las siguientes, ¿a ver qué pasa?”

Yoselín Trejo, quien dirige la MiPyme Dulce Sonrisas, dedicada a la venta de golosinas al por mayor, mandó a casa a sus seis empleados: sólo les pudo garantizar el sueldo de la presente semana, “y las siguientes, ¿a ver qué pasa?”

Yoselín Trejo, quien dirige la MiPyme Dulce Sonrisas, dedicada a la venta de golosinas al por mayor, mandó a casa a sus seis empleados: sólo les pudo garantizar el sueldo de la presente semana, “y las siguientes, ¿a ver qué pasa?”

“Sólo les puedo garantizar el sueldo de la presente semana, “y las siguientes, ¿a ver qué pasa?”

“Sólo les puedo garantizar el sueldo de la presente semana, “y las siguientes, ¿a ver qué pasa?”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
[Segunda Parte]

Doña Claudia Esquivel, dueña de una casa de materiales de construcción con historial de más de 60 años, despidió ya a la mitad de sus macheteros. Yoselín Trejo, dirige la MiPyme Dulce Sonrisas, dedicada a la venta de golosinas al por mayor, mandó a casa a sus 6 empleados: sólo les pudo garantizar el sueldo de la presente semana, “y las siguientes, ¿a ver qué pasa?”.

Las historias de despidos en las microempresas han comenzado a desgranarse en el país, cuya realidad es dominada por la incertidumbre económica y sanitaria.

Detrás de la puerta atrancada e incluso desde la clandestinidad forzada, los microemprendedores -a la cabeza del 95 por ciento de los establecimientos en el país- enlistan sus deseos a la administración de López Obrador: sí a créditos, pero sin intereses o con bajos réditos, pero sobre todo asignados sin burocracias ni favoritismos sectarios o condicionantes políticas; un plan enérgico de supervisión para anular la carestía y el incremento desmesurados en el precio de insumos; y una coordinación de todos los niveles de gobierno para evitar aumento de la criminalidad y garantizar la seguridad de sus bienes patrimoniales.

“Que no se descuide a la delincuencia, que haya organización entre las policías para cuidar los negocios, tanto los que están cerrados como los que aún pueden trabajar; que no se descuide a los jóvenes, que se les den opciones de entretenimiento y estudio aunque sea por Internet y se envíen mensajes constantes a los padres para estar al tanto de lo que hacen sus hijos y no gane la ociosidad, el ahorita vengo y me voy a delinquir con los amigos”, pide María Elena Mondragón, dueña de la Ferretera Comercial Cuauhtémoc, ubicada al oriente de la ciudad, la cual opera desde hace 40 años y da de comer a cuatro familias.

“La poca gente que llega pregunta por productos de seguridad como cubrebocas, goggles, mascarillas, no quieren gastar en otras cosas. Nosotros hemos optado por pedir menos mercancía y surtir lo indispensable. Hablan de créditos del gobierno, pero ¿cómo voy a pagarlos si no tengo ventas?”.

Sobre los despidos, doña Claudia, distribuidora de materiales de construcción en Iztapalapa, habla con lamento: “No tengo de otra, vamos a la quiebra”.

Y en medio de la aflicción, se queja de los abusos de consorcios telefónicos o de compañías dedicadas a ofrecer televisión de paga e internet, e incluso el servicio de luz. “Están viendo cómo estamos y justo en estos días nos llegan pagos extras, dizque por adeudos o irregularidades en saldos anteriores. No se vale, estoy en contra del refrán que dice: a río revuelto, ganancia de pescadores”.

—¿Cuál sería hoy su principal petición al gobierno? -se le pregunta.

—Que no permita atropellos y que cuide la seguridad, porque los que estamos en colonias populares, de por sí con muchos delitos, estamos con el Jesús en la boca, para no ser víctimas de robos o extorsiones.

Víctor Hugo López, quien junto a su hermano Omar abrió hace año y medio Tecnocosmos, focalizada a la reparación de equipos de cómputo y venta de accesorios tecnológicos y cuyas ganancias han disminuido 70 por ciento en días recientes, ve “psicosis” entre la ciudadanía.

“Si en algo debe concentrarse el gobierno es en mantener controlada a la población, darle confianza, porque los ánimos se ven muy alterados, y eso nos mantiene a los microempresarios y vendedores informales en alerta permanente. El hambre es dura y a mucha gente le dará lo mismo contagiarse o morirse que quedarse sin comer. Hacemos votos porque no se desate el vandalismo”.

Tras el diálogo con 30 propietarios de pequeños negocios, brotó un dato desolador: en las últimas dos semanas sus ventas cayeron entre un 50 y un 80 por ciento. Y se vislumbran días aún más catastróficos, por la disposición oficial del cierre temporal y la amenaza de multas y clausuras por parte de autoridades locales. Casi ninguno ha podido diseñar sobre la marcha un nuevo modelo de transacciones a distancia o en línea.

Lo ha intentado, con escasos resultados, don Ramón Pérez, dueño del restaurante Xochimilquito, quien solicita a la par no desatender los precios de verduras, frutas y otros alimentos básicos, vitales para mantener vivo su comercio:

“En la Central de Abastos se han disparado los costos. Con lo que antes comprábamos todos los insumos, ahora obtenemos la mitad. El huevo, aguacate, limón, calabaza, pepino y otros productos, están por las nubes”.

Santos Trejo, dueño de la barbería Fashion, situada sobre Tláhuac y la cual funciona también como academia de belleza, sí requeriría un crédito para sobrevivir, “pero que no te den muchas vueltas ni haya tanto papeleo; y que no lo den a nombre de ningún partido o lo condicionen a votar por tal o cual político; que la entrega sea transparente y sin amiguismos, porque luego los que manejan eso sólo ayudan a sus conocidos o a negocios que ni existen, y se clavan el dinero”.

Del negocio, dependen cuatro familias; había además 30 alumnos inscritos, “pero ahora sólo quedan como 10. A muchos los corrieron del trabajo y no tienen con qué pagar la mensualidad”, cuenta Andrea, maestra de la academia.

Doña Mary, quien ronda los 60 años, estará entre quienes han decidido abandonar la instrucción, porque “trabajaba en una empresa que hace limpieza de oficinas, pero me descansaron desde la semana pasada, sin goce de sueldo. Uno de los gerentes me dijo que tal vez en los próximos días me daban poquito dinero, para que pudiera comer algo”.

Es ya una más en el tropel de despedidos…

Mientras en la barbería los damnificados por la crisis cuentan su destino amargo, el dueño de un local aledaño, el de las maquinitas, se acerca para preguntar: “¿qué puedo hacer para que no me cierren, a quién le podemos soltar una lana? De esto vive mi familia”.

Entre la desesperación, hay quien suplica la continuidad operativa, como Yoselín Trejo, de Dulce Sonrisas: “Esperábamos con ansiedad el mes de abril, por lo del Día del Niño, y ahora no vamos a tener nada. Ojalá las autoridades pudieran reconsiderar: nos lavamos muchas veces las manos, usamos gel, nos ponemos tapabocas, máscaras o trajes de astronautas, pero que nos dejen seguir, porque si no, sería el fin”…

LOS DATOS

►Número de micronegocios establecidos en el país: 5 millones 955 mil 843

►Si se consideran los 500 mil créditos del sector formal, sólo se estará cubriendo el 8.4%

LA RESPUESTA DE LA 4T A MICRONEGOCIOS

► 25 mil mdp en créditos

► 500 mil dueños de pequeñas empresas del sector formal beneficiados

► 500 mil beneficiados en el comercio informal

► 25 mil pesos como monto de crédito

► 11 mil pesos de interés a tres años