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Los estudiantes de la Universidad del Valle de México (UVM), campus Roma, que riñeron con policías capitalinos, son descritos por locatarios y comerciantes de la zona como relajientos.
De acuerdo con locatarios de la calle Mérida y alrededores en la colonia Roma, los jóvenes que cursan la preparatoria en el plantel, además de comportarse de manera agresiva, se estacionan en doble fila a lo largo de la calle Mérida, entre el segmento de Puebla y Durango, dejando solamente un carril para el libre tránsito de los demás automóviles.
También obstruyen el paso en las ciclovías y en lagunos casos ingieren bebidas alcohólicas en la vía púiblica.
Además, contaron que al terminar las clases -incluso también en horario matutino, 09:00 horas- los jóvenes ponen a todo volumen su música y convierten la calle en lugar para fiestas; “esuchan a todo lo que da canciones de reggaetón y las mujeres bailan de manera vulgar con los hombres.
“Hay un grupo en especial que se queda en una de las esquinas y las niñas dejan que los otros se les arrimen y es desagradable ver eso porque los niños de primaria también pasan por aquí y ellos no tienen por qué ver esas cosas”, comentó Laura Montes, quien vive a unos cuantos metros de la UVM.
En la esquina con Mérida y Puebla hay una tienda de conveniencia, donde los estudiantes compran bebidas alcohólicas, “entran a comprar ya sea alguna botella o cervezas, compran vasos y se quedan afuera de la escuela tomando”.
Locatarios ubicados alrededor del colegio contaron que algunos de ellos beben y utilizan algunas drogas antes de entrar a clases.
También indicaron que con frecuencia los diferentes grupos que se concentran a lo largo de la calle terminan en golpes.
“Siempre se están peleando, nada más vemos que empiezan a correr o que se hace la bolita y ya sabemos que empezarán los golpes, pero mientras no lleguen a nosotros o no nos afecten, nosotros no hacemos nada”, comentó Ana, dueña de una cafetería en la esquina.
Por otra parte, Luis quien trabaja frente a la escuela platicó que uno de los dueños de un restaurante ubicado a un costado de la tienda donde los jóvenes compran las bebidas alcohólicas, ya no los deja pasar ni les da servicio, pues ha tenido diversos problemas por el comportamiento agresivo de los menores.
“Hace un tiempo intentaron golpearlo, más que nada los que son agresivos y desde ahí prefirió no meterse en problemas y ya no les vende nada, ni los deja pasar”, explicó.
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