Tiempos de jalar parejo y apoyar hasta lo imposible
La prudencia consiste en saber conocer la calidad de los
inconvenientes y tomar por bueno el menos malo.
Nicolás MaquiaveloLos zoológicos, aviarios y acuarios en general no son negocio. Inclusive aquellos que lucen exitosos han pasado por delicadas etapas que han ido sobrellevando, no así me temo que será la presente ocasión, porque más que preocuparles aquí el cierre por el mes de abril, saben que la tendrán muy complicada para contar con visitantes al término del aislamiento dada la afectación económica de los núcleos familiares, que son realmente de donde se nutren. Se medio salvarán aquellos que reciben subsidio gubernamental, más no sé si al término del encierro forzoso, además con un regreso escalonado, sigan contando con recursos suficientes y eficientes, lo que dependerá en gran medida de cómo nos transcurra la pandemia en materia fiscal, pero, como esta disposición es de carácter mundial…
Varios de los más famosos zoológicos y acuarios, incluyendo por fortuna los de CDMX, decidieron permanecer vigentes compartiendo -vía redes sociales y sus páginas electrónicas- la forma en que transcurre la vida de sus animales huéspedes mientras no reciben visitas, lo que ha dado lugar a momentos interesantes que nos permiten ser testigos del enriquecimiento ambiental y para el comportamiento con que los distraen, partiendo de que mantener sana su actividad mental es indispensable, pero también participar de momentos inolvidables y enormemente espontáneos como el que nos brindaron Edward, Annie y el viejo Wellington, pingüinos del Shedd Aquarium de Chicago, EUA, que una vez liberados de su recinto común la emprendieron felices por las instalaciones, encontrando muy divertida la pecera gigante donde no dejaban de mostrar asombro ante la variedad de peces siempre en movimiento, parando especialmente donde están las mantarrayas, los delfines y hasta las pirañas de la zona amazónica. Verlos recorrer los exhibidores de esa manera, ob-ser-van-do, créaseme, rebasa el sentimiento por ya no tenerlos sometidos. El video, claro, se viralizó quizás tan fuerte como el Covid-19, y es en este punto que no entiendo la razón, pero sobre todo LA JUSTIFICACIÓN con que la Sedema respaldó la prohibición para que no sobrevuelen aviones no tripulados (drones) sobre los zoológicos capitalinos. ¿Acaso temerán que se filtre información no controlada?NOTA: como parte de las acciones para quedarnos en casa, durante este mes de abril la edición impresa de La Crónica guardará reposo en beneficio particular de sus impresores, voceadores, repartidores y expendedores, por lo que solo podremos encontrarnos en su página electrónica: www.lacronica.com.mx, donde los espero con harto cariño.