Opinión

Tiempos de jalar parejo y apoyar hasta lo imposible

Tiempos de jalar parejo y apoyar hasta lo imposible

Tiempos de jalar parejo y apoyar hasta lo imposible

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La prudencia consiste en saber conocer la calidad de los

inconvenientes y tomar por bueno el menos malo.

Nicolás Maquiavelo
1469-1527La estrategia de per-ma-ne-cer en casa es, sin duda y en-tien-da-se por caridad, la mejor manera de enfrentar este momento de pesadilla que mundialmente estamos viviendo, más que nada por el modo de contagio que tiene tan pequeñísimo y agresivo bicho que por otro lado, curiosamente solo se ha ensañado sobre los humanos dejando en paz al resto de animales que para esta precisa presentación de coronavirus y solo algunos, han actuado como reservorios y/o transmisores, sin mayor riesgo para su integridad física. Ya les tocaba algo a favor, y destaco lo de “algo", porque de entre las medidas que sí o sí habrán de cumplirse a rajatabla está el cierre de los zoológicos públicos y privados a nivel nacional, al entenderse como una actividad no indispensable y que al efecto es altamente riesgosa dadas las concentraciones que provocan.Lo anterior necesariamente significará un problema mayúsculo para los establecimientos que sobreviven de las entradas y ventas de alimentos, bebidas y recuerdos, e incluso hasta para los que reciben aportaciones voluntarias vía fundaciones, aunque en México la mayoría no operan con base en sociedades paralelas que los sostengan, situación que personalmente me tiene en vilo y sumamente preocupada al conocer de primera mano las necesidades financieras y requerimientos operativos de estos sitios cuyas carencias históricamente no son pocas, al depender hasta del buen tiempo para que se estimulen las visitas. Al respecto y hasta el momento, ya manifestaron inquietud tanto Africam Safari, promoviendo visitas bajo estrictos protocolos sanitarios, como EL NIDO, que de por sí, desde la muerte de su fundador, el Dr. Jesús Estudillo, ya venía pasando aceite económicamente, pese a ser reconocido como un lugar de conservación de aves en peligro de extinción, entre ellas el hermosísimo quetzal. Y es que hablando en plata…

Los zoológicos, aviarios y acuarios en general no son negocio. Inclusive aquellos que lucen exitosos han pasado por delicadas etapas que han ido sobrellevando, no así me temo que será la presente ocasión, porque más que preocuparles aquí el cierre por el mes de abril, saben que la tendrán muy complicada para contar con visitantes al término del aislamiento dada la afectación económica de los núcleos familiares, que son realmente de donde se nutren. Se medio salvarán aquellos que reciben subsidio gubernamental, más no sé si al término del encierro forzoso, además con un regreso escalonado, sigan contando con recursos suficientes y eficientes, lo que dependerá en gran medida de cómo nos transcurra la pandemia en materia fiscal, pero, como esta disposición es de carácter mundial…

Varios de los más famosos zoológicos y acuarios, incluyendo por fortuna los de CDMX, decidieron permanecer vigentes compartiendo -vía redes sociales y sus páginas electrónicas- la forma en que transcurre la vida de sus animales huéspedes mientras no reciben visitas, lo que ha dado lugar a momentos interesantes que nos permiten ser testigos del enriquecimiento ambiental y para el comportamiento con que los distraen, partiendo de que mantener sana su actividad mental es indispensable, pero también participar de momentos inolvidables y enormemente espontáneos como el que nos brindaron Edward, Annie y el viejo Wellington, pingüinos del Shedd Aquarium de Chicago, EUA, que una vez liberados de su recinto común la emprendieron felices por las instalaciones, encontrando muy divertida la pecera gigante donde no dejaban de mostrar asombro ante la variedad de peces siempre en movimiento, parando especialmente donde están las mantarrayas, los delfines y hasta las pirañas de la zona amazónica. Verlos recorrer los exhibidores de esa manera, ob-ser-van-do, créaseme, rebasa el sentimiento por ya no tenerlos sometidos. El video, claro, se viralizó quizás tan fuerte como el Covid-19, y es en este punto que no entiendo la razón, pero sobre todo LA JUSTIFICACIÓN con que la Sedema respaldó la prohibición para que no sobrevuelen aviones no tripulados (drones) sobre los zoológicos capitalinos. ¿Acaso temerán que se filtre información no controlada?NOTA: como parte de las acciones para quedarnos en casa, durante este mes de abril la edición impresa de La Crónica guardará reposo en beneficio particular de sus impresores, voceadores, repartidores y expendedores, por lo que solo podremos encontrarnos en su página electrónica: www.lacronica.com.mx, donde los espero con harto cariño.