Opinión

¡Todos juntos contra la corrupción y la impunidad! ¿Asedio a la libertad de expresión?

¡Todos juntos contra la corrupción y la impunidad! ¿Asedio a la libertad de expresión?

¡Todos juntos contra la corrupción y la impunidad! ¿Asedio a la libertad de expresión?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Presidente López Obrador

Podré no estar de acuerdo, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo

Voltaire

Presidente López Obrador, si no ha leído el desplegado que publicó un grupo de ciudadanos el viernes pasado, le ruego muy atentamente que lo lea ya que lo transcribí para usted luego de estas líneas y le agradeceré que en un ejercicio de conversación por escrito, dé su respuesta a quienes lo publicaron, de acuerdo con el derecho que tienen a la libre y correcta expresión de sus ideas:

La libertad de expresión está bajo asedio en México. Con ello, está amenazada la democracia. El presidente López Obrador utiliza un discurso permanente de estigmatización y difamación contra los que él llama sus adversarios. Al hacerlo, agravia a la sociedad, degrada el lenguaje público y rebaja la tribuna presidencial de la que debería emanar un discurso tolerante.

El presidente profiere juicios y propala falsedades que siembran odio y división en la sociedad mexicana. Sus palabras son órdenes, tras ellas han llegado la censura, las sanciones administrativas y los amagos judiciales a los medios y publicaciones independientes que han criticado a su gobierno. Y la advertencia de que la opción para los críticos es callarse o dejar el país.

El presidente ha despreciado la lucha de las mujeres y el feminismo, ha despreciado también el dolor de las víctimas por (de) la violencia, ha ignorado los reclamos ambientalistas, ha lesionado presupuestalmente a los organismos autónomos, ha tratado de humillar al Poder Judicial, ha golpeado a las instituciones culturales, científicas y académicas y ahora pretende socavar la libertad de expresión.

Recordemos, por último, que no se estigmatiza a personas físicas o morales desde el poder presidencial sin ponerlas en riesgo. No se alimenta el rencor desde esa tribuna sin que odio llegue al río alguna vez.

Esto tiene que parar.”

De verdad, presidente, la ciudadanía que congenia o no con usted le agradeceremos que nos diga si en realidad considera ese texto una ofensa, una calumnia, una agresión y/o un rompimiento con usted y su gobierno. Con toda honestidad le confieso que no encontré en esos párrafos nada parecido a los adjetivos que acabo de, escribir, sino la expresión de una respuesta a la actitud que usted adoptó una vez que asumió la calidad de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos que se ganó con los mensajes emitidos por usted mismo en el curso de su campaña electoral en seguimiento las muchas declaraciones que al respecto ha hecho a lo largo de su actividad política, combinadas, naturalmente, con las acciones contradictorias que usted también ha realizado una vez que ha asumido el ejercicio del poder. El problema radica, pues, en que muchos de los electores que le llevaron a la Presidencia parece que nunca antes se enteraron de su verdadera ideología ni conocieron ese coctel de palabras y hechos contrarios que ha sido su conducta política, presidente.

Y como ya sucedió lo que en diversas ocasiones este espacio advirtió que ocurriría, qué le parece, presidente, si aprovechamos todos la coyuntura y la oportunidad aclarar toda esta situación y definir qué es lo que deba ocurrir en adelante, si lo que ofreció realizar o lo que