Tres manifestantes murieron y otros 30 quedaron heridos por disparos ayer en la ciudad boliviana de El Alto durante una manifestación de partidarios de Evo Morales y policías y militares.

Según fuentes oficiales, los hechos ocurrieron cuando la protesta derivó en choques en una refinería en la localidad, ubicada muy cerca de La Paz. La Defensoría del Pueblo de Bolivia matizó que los muertos y heridos sucedieron cuando las agentes y soldados lanzaron un operativo para abrir paso a camiones cisterna para que abastecieran combustible a la zona.

La Defensoría agregó que hacen falta “médicos y medicamentos con suma urgencia” para atender a algunos heridos, que quedaron en estado grave.

Por su parte, las Fuerzas Armadas aseguraron en un comunicado que habían recibido “información de Inteligencia” sobre el riesgo de que la refinería de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) fuera tomada y destruida.

Pese a todo, el secretario de Defensa interino del país, Luis Fernando López, defendió en la noche que “de las Fuerzas Armadas no salió un solo cartucho; no salió un solo proyectil”.