El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este sábado, por sorpresa, que canceló una reunión de la que no se sabía nada, es decir, secreta, con líderes talibanes y con el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani.

El motivo de la cancelación de la cumbre, que debía celebrarse en la residencia presidencial de Camp David, es el ataque que este jueves mató a dos soldados de la OTAN, uno de ellos estadunidense, en Afganistán, que se atribuyeron los talibanes.

Desde enero de este año, Estados Unidos ha negociado directamente con los talibanes —que rechazan sentarse a dialogar con el gobierno de su país— un proceso de paz para la guerra de Afganistán. La última ronda de contactos empezó el pasado 22 de agosto en Qatar, y al terminar, seis días después, un acuerdo parecía cercano.

Sin embargo, esta cancelación abrupta puede suponer el fin de un proceso que lleva fraguándose al menos un año, después de que Trump tuiteara que ordenó “cancelar las negociaciones de paz”. Además, el mandatario acusó a los talibanes de perpetrar atentados para ganar fuerza en los diálogos.

“¿Qué tipo de gente mataría a tantos para, aparentemente, reforzar su posición negociadora?”, se lamentó Trump en su red social favorita en la tarde de ayer. “¡No lo lograron, solo lo empeoraron todo!”, sentenció.