Nuevo intento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por convertir la vida de los inmigrantes indocumentados en un infierno. Ayer, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) anunció el fin del acuerdo que desde hace más de dos décadas prohíbe que los inmigrantes menores de edad, así como su familia, permanezcan detenidos más de 20 días.

La nueva normativa, que tumba el Acuerdo de Flores, firmado en 1997 por el entonces presidente Bill Clinton, será publicada en el Registro Federal mañana viernes y entrará en vigor 60 días después. A partir de entonces, si un juez federal no lo impide, el tiempo que podrán permanecer los niños migrantes en centros de detención será ilimitado.

Además de poner un límite máximo de 20 días, el Acuerdo de Flores establece protección a menores indocumentados en cuestiones como vivienda, atención médica, educación, nutrición e higiene.

“Crueldad infinita”. El presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC), Tom Perez, denunció “la crueldad infinita” de Trump. “Las personas que buscan asilo y los inmigrantes se merecen ser tratados con la dignidad y decencia humana más básica”, dijo Perez, para quien “no existe justificación moral para la detención indefinida de niños”.

Desesperanzada, la presidenta de la coalición Families Belong Together, Jess Morales Rocketto, declaró que “no hay manera de que podamos confiar en la misma Administración que dejó que seis menores murieran bajo su supervisión (este año)”.

Sin derecho a ciudadanía. Impasible a que lo acusen de cruel, el mandatario republicano dijo también ayer que está considerando “seriamente” acabar con el derecho a la ciudadanía estadunidense por nacimiento.

“Estamos pensando en (acabar con la) ciudadanía por nacimiento muy en serio”, dijo Trump en declaraciones a los periodistas.

“Francamente, es ridículo. Tienes un bebé en nuestro país, es decir, cruzas la frontera, tienes un bebé y ‘felicidades, el bebé es ahora un ciudadano estadunidense’”, añadió.

Su secretario de Seguridad Nacional en funciones, Kevin McAleenan, remató la jornada alegando que las nuevas reglas terminarán con la idea de que los niños son “el pasaporte para entrar a Estados Unidos”.