¿Tufillo distractor?
En otro punto, me canso ganso que es digno de celebrar el que la Guardia Nacional, durante una revisión ¿aleatoria? de paquetería enviada por vía aérea, haya detectado una transportadora conteniendo un cachorro de león, hembrita de apenas unos meses de edad para más exactitud, que no presentaba la documentación correspondiente a un movimiento legal y sólo algunas pegatinas normativas, pero, con todo, en esta noble e incluso obligada acción algo huele mal por haberse dado hasta el arribo de la pequeña al aeropuerto de Ciudad Juárez, Chihuahua, tras haber salido en origen desde el de Guadalajara, Jalisco, pasando por una escala en el internacional de CDMX, lo que supone, claro, tráfico ilegal… mmmm… en el que debieron participar varios cómplices empezando por la primera aerolínea involucrada puesto que el traslado de animales vivos, la especie que sea, debe embarcarse cumpliendo, además, con las disposiciones protocolarias que al respecto marca la IATA. O sea, desde el inicio debió documentarse el animalito en toda forma. Traten de volar con un perrito y luego me cuentan si es tan sencillo. Para peor…
Al no contar la ProFePA, autoridad competente para la atención de estos casos, con lugares seguros y apropiados a donde redirigir la fauna silvestre que asegura, se atiene a que se la reciban, sí o sí, en la UMA más cercana, por lo que en este caso e ignorándose olímpicamente la existencia de Invictus, la criaturita fue derivada -según Twitter de la GN- al Recreativo Zoológico San Jorge, que aunque cuenta con especies mayores, a falta de plan financiero terminó solicitando a la ciudadanía donaciones, ¡incluso de alimento!, al carecer de recursos tras el obligado cierre pandémico. Mandarle entonces una bebé que requiere manejo constante, suplementos especiales y cuidado extremo en su nutrición dado su rápido crecimiento, fue ponerlos en un predicamento. Y ello, sin omitir la condición que habrá presentado tras las tantas horas encerrada y bajo cambios de clima extremosos, aunque… luciendo para la foto aparentemente bien. Por supuesto que nadie dice no a recibir un cachorrito de león que en este específico caso hasta les permitirá provocar más visitas, pero, pasado ese tiempo… ¿cuál será su destino donde hay sobre población de la especie? Eso sí, agradezco que no la enviaran al Zoológico Chihuahua porque de sólo haber visto el orgullo y entusiasmo con el que hace pocos días comunicaron el nacimiento de “ligres” (cruza entre león y tigresa) me da el supiritaco. Una total aberración que debe ser fuertemente sancionada.
producciones_serengueti@yahoo.com