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Turismo y sobrepoblación acaban con animales mayores en costas de Isla Holbox

Reportaje. Al menos 33 especies de animales marinos de tallas grandes, que hasta hace 50 años eran abundantes en las costas de la isla, han tenido caídas graves en sus poblaciones debido a tres factores antropogénicos: el aumentos de población, la adopción de herramientas de pesca más agresivas y el aumento del turismo y su demanda de peces y mariscos, señala un estudio financiado por The Rufford Foundation

Reportaje. Al menos 33 especies de animales marinos de tallas grandes, que hasta hace 50 años eran abundantes en las costas de la isla, han tenido caídas graves en sus poblaciones debido a tres factores antropogénicos: el aumentos de población, la adopción de herramientas de pesca más agresivas y el aumento del turismo y su demanda de peces y mariscos, señala un estudio financiado por The Rufford Foundation

Turismo y sobrepoblación acaban con animales mayores en costas de Isla Holbox

Turismo y sobrepoblación acaban con animales mayores en costas de Isla Holbox

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Peces, tiburones, mantas y tortugas marinas que pesaban entre 150 y mil kilogramos han desaparecido de las aguas cercanas a la Isla Holbox, en el estado de Quintana Roo. Ese lugar, que ha sido considerado como un paraíso para el turismo, vive un momento crítico cuyo futuro puede seguir dos rutas: a) convertirse en un ejemplo mundial de desarrollo sustentable para islas de valor turístico en reservas naturales, o b) agotar en pocos años la riqueza natural que hoy es su mayor atractivo y fuente de ingresos.

Las anteriores afirmaciones se desprenden del estudio científico multidisciplinario llamado: “Mirada interdisciplinaria del pasado y presente de la explotación pesquera a pequeña escala en la Isla de Holbox”, financiado por la organización británica The Rufford Foundation, y publicada en línea, el 22 de noviembre, en la revista científica Marine Policy.

Según este estudio pionero, al menos 33 especies de animales marinos de tallas grandes, que hasta hace 50 años eran abundantes en las costas de la Isla Holbox, Quintana Roo, han tenido caídas graves en sus poblaciones debido a tres factores antropogénicos: el aumentos de población en la isla, la adopción de herramientas de pesca más agresivas con el medio ambiente y el aumento del turismo y su demanda de peces y mariscos.

Entre las especies que se han pescado más en la región se encuentran el cazón, chernas, rayas y pez sierra, fuero sobreexplotados, así como langostas y meros.

El estudio reúne el trabajo de once investigadores de disciplinas como biología marina, geografía y arqueología, quienes fueron coordinados por la mexicana Nadia Rubio Cisneros, durante un programa postdoctoral en la Unidad Mérida del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), becada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Se trata de un estudio base para proponer modelos de aprovechamiento sustentable en la isla, pero también para ser aprovechado por otras islas del planeta con reservas naturales de gran valor y que son de gran demanda turística, como explicó en entrevista exclusiva con Crónica, Nadia Rubio, quien es investigadora asociada o Fellow del Centro para la Biodiversidad Marina y la Conservación del Instituto Scripps de Oceanografía, que a su vez es parte de la Universidad de California en San Diego (UCSD).

“Los más de 100 sitios de pesca documentados en este trabajo tienen una relevancia crítica para proponer áreas de reservas marinas que pudieran permitir la recuperación de especies pesqueras. Después de 24 años de decretada esta Área Natural Protegida de Yum Balam se ha publicado el tan esperado plan de manejo en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 5 de Octubre del 2108. Esto genera esperanza hacia posibles mejorías en cuestiones de manejo ambiental y preservación del capital natural de la isla”, indica la bióloga marina, egresada de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y con estudios de maestría en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), que es uno de los 27 centros públicos de investigación del Conacyt.

“Sin embargo, este nuevo plan permite la construcción de palafitos (bungalows sobre el agua) en sitios que los investigadores han documentado como sitios históricos de pesca muy cercanos a la costa. Estos sitios históricos de pesca tienen propiedades ecológicas que facilitan la crianza de peces y otras especies marinas, por ejemplo, son áreas de pastos marinos. Los problemas ambientales de Holbox relacionados al excesivo desecho de basura y a la falta de manejo de aguas residuales y drenaje, son conocidos. Debido a la falta de infraestructura en la isla y la ausencia de una planta de tratamiento de aguas, la construcción de palafitos podría generar daños ecológicos a sitios de pesca históricos. Sin embargo, habrá que esperar que depara el futuro para Holbox, ya que el nuevo plan de manejo también ha generado descontento social, por ejemplo, el Consejo Asesor del Área de Protección de Flora y Fauna de Yum Balam ha manifestado públicamente el desacuerdo con este plan”, añade Rubio Cisneros.

TEJIDO DE DISCIPLINAS. Once científicos de diferentes disciplinas trabajaron juntos para entregar el estudio que publica la revista Marine Policy. Ellos ayudaron a construir la primera fotografía histórica, geográfica, biológica y económica de la Isla Holbox que ha sido un lugar con larga presencia humana, desde el desarrollo de la cultura maya, hasta el  México contemporáneo, pasando por la Colonia.  

En la época moderna se generó un creciente esfuerzo pesquero al inicio de la década de los 1960.  Esto asociado a la gran diversidad de especies como la langosta, grandes meros, tortugas marinas y tiburones entre otros que habitaban cerca de la costa.

Como explica el artículo publicado en la revista científica, actualmente Holbox se ha convertido en un sitio icónico para el turismo global. Miles de turistas visitan la isla en donde el desarrollo turístico ha ido floreciendo asociado principalmente al nado y avistamiento de tiburón ballena (familia Rhincodontidae). Éste es el pez más grande del planeta y se encuentra en aguas oceánicas y muy productivas aledañas a Holbox. Los isleños conocen a este pez como “el dominó” y en épocas antiguas era valorado por los muchos peces largos o esmedregales que nadaban alrededor de él, los cuales eran capturados con redes de fibras naturales, según cuentan los antiguos pescadores.

“Nosotros realizamos entrevistas de campo con pescadores locales de diferentes generaciones, incluyendo a algunos que tienen más de 80 años. Así pudimos documentar los lugares donde capturaban, así como los animales que ahí estaban presentes. Además, con tecnología de referencia espacial marcamos en el mapa los lugares de pesca pasados y actuales. Lo que nosotros pudimos documentar es que antes los pescadores lograban capturar animales de gran talla cerca de la costa, con embarcaciones artesanales, sin motor, y ahora deben entrar muchos kilómetros, mar adentro, para capturar peces de menores tallas”, dijo a este diario Nadia Rubio.

El trabajo en equipo también reunió el esfuerzo y conocimiento de Marcia Moreno Báez, del Departamento de Estudios Ambientales en la Universidad de Nueva Inglaterra, Biddeford;; Jeffrey Glover, del Departamento de Antropología en la Universidad Estatal de Georgia; Dominique Rissolo, de la Iniciativa de Ingeniería en Legado Cultural, de la Universidad de California en San Diego; Andrea Sáenz Arroyo, de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), en San Cristóbal de las Casas, Chiapas; Christopher Gotz, de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY); Silvia Salas, Sara Morales Ojeda y Jorge Herrera Silveira, de Cinvestav-Mérida; Anthony Andrews, de la División de Ciencias Sociales del New College of Florida, en Sarasota; Gustavo Marín, de la Unidad Peninsular del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), y Francisca Antele, del Instituto Tecnológico de Conkal.

“Lo que se ve en las costas de Holbox es un fenómeno que se está documentando en todo el océano y que llamamos Síndrome de base cambiante, en el cual observamos que se van acabando los predadores tope, porque son sobrepescados, como ocurrió con los tiburones que antes eran abundantes cerca de Holbox. Después comienzan a pescarse peces menores, que corresponden a otro nivel de la cadena trófica (o cadena alimenticia) hasta que termina por acabarse con todo”, dice la coordinadora del estudio, en llamada telefónica desde Monterrey, Nuevo León.

“Escogimos estudiar este fenómeno en Holbox porque es todavía un laboratorio natural con suficientes elementos para poder documentar estos cambios. Se trata de una isa que era de pescadores y se ha convertido en un polo turístico con numerosas transformaciones. Por ejemplo, los tiburones que fueron abundantes y ya no están, pero también los impactos que la actividad humana tienen en los ecosistemas donde se desarrollaban estos animales, como los pastor marinos, arrecifes y bosques de manglares”, añade.

“Además, hay que subrayar este hecho tan particular que pasó en Holbox, que era un área natural declarada desde hace muchos años, pero que no tenía un plan de manejo, entonces creció sin planes de manejo para la basura, los plásticos, no hay un drenaje, la electricidad depende de una planta que funciona con diésel las 24 horas, los siete días de la semana, no hay un plan de manejo para el aceite de las lanchas de turismo. Entonces, todo está por ordenarse y hay que ver qué va a pasar”.

Voces de hombres del mar. Esta investigación incluyó la imprescindible documentación del conocimiento tradicional de la pesca, el ambiente y de la historia de la región. Lo anterior fue posible a través de la colaboración de pescadores de distintas edades y miembros de la comunidad de Isla Holbox y Chiquilá.

Las entrevistas realizadas a pescadores y a miembros de la comunidad a lo largo del estudio tuvieron un componente geoespacial. Con esta información se pudieron documentar por primera vez más de 100 sitos históricos de pesca alrededor de Holbox. Estos sitios han sido altamente productivos a través del tiempo. Sin embargo, los autores también documentaron cómo a través del tiempo los jóvenes pescadores han ido cambiando sus sitos de pesca hacia localidades más alejadas de la costa (~100 km) en busca de mejores pescas. Esto ocurre en las costas alrededor del mundo en donde hay sobreexplotación de especies.

Esta investigación pudo documentar a través del conocimiento tradicional de la pesca más de 40 especies que incluyen peces, tiburones, tortugas marinas, crustáceos y bivalvos, las cuales fueron abundantes y altamente explotadas en los últimos 50 años. Por ejemplo, los antiguos pescadores relataron que grandes tiburones existieron en cantidad, como el tiburón tigre, tiburón toro, tiburón aleta negra, tiburón limón (familia Carcharhinidae), tiburón martillo (familia Sphyrnidae), y en ocasiones hasta tiburón blanco (familia Laminidae). En “El Río” como los antiguos pescadores llaman a la Laguna de Yalahau, antiguamente se pescaba muchísimo “cazón” (nos referimos al tiburón juvenil de diversas especies) en ocasiones hasta más de 300 kg por noche. Estas pescas ocurrían en las lunas llenas durante la década de los cuarenta.

También se podían encontrar tiburones espada como se les conoce localmente a miembros de la familia Pristidae. Estos ejemplares podían llegar a pesar hasta una tonelada y actualmente se encuentran en peligro de extinción.

La escasez de tiburones en aguas costeras de Holbox pareciera un problema local pero es una situación global contemporánea de las costas. Estudios científicos, incluyendo el presente, continúan demostrando que los tiburones en aguas cercanas a la costa fueron miembros importantes y dominantes de las cadenas tróficas costeras. Sin embargo, la sobreexplotación de tiburón a nivel mundial, en especial en la segunda mitad del siglo veinte, ha diezmado las poblaciones de tiburones del mundo.

Una pieza crucial de esta investigación es que la información geoespacial obtenida permitió la generación de mapas con información de línea base relacionada con la explotación de diversas especies por parte de las pesquerías artesanales. Así mismo se pudo evaluar cualitativa y cuantitativamente cuáles sitios de pesca han sido los más importantes para la explotación costera de la isla a través del tiempo, por ejemplo, la laguna de Yalahau, Cabo Catoche, La Ensenada.

Un sitio icónico es la Laguna de Yalahau, la cual además de albergar abundantes tiburones también albergó un sinnúmero de especies de peces óseos, rayas, cangrejos, manatíes y cocodrilos que hoy en día son escasos o ausentes. Los pescadores mencionaron que Yalahau se debe cuidar porque es un criadero natural para la proliferación de especies.