La región sudanesa de Darfur, conocida por el conflicto que azota la región desde 2003, vive desde hace unas semanas una ola de violencia que ha dejado varias decenas de civiles muertos y numerosos heridos. No existe un conteo específico, pero entre fallecidos y lesionados suman al menos 200 desde mediados de julio.

Además, ha provocado un aumento significativo de los desplazados entre la población local.

Esta situación coincide con la campaña agrícola en la región, motor de su economía, y además esta es la crisis de violencia más grave en Darfur desde que en 2019 Sudán empezó a dar pasos en su transición democrática.

El peor incidente de esta nueva escalada de violencia ocurrió el pasado sábado 25 de julio, en la localidad de Masteri. 500 hombres armados asaltaron el pueblo y saquearon y quemaron la mitad de las casas de mil 500 familias y también del mercado del pueblo, según documentó la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

En total, en ese ataque hubo 61 muertos y un centenar de heridos, y 10 mil personas abandonaron la zona.

La OCHA reportó también al menos siete ataques ocurridos entre el 19 y el 26 de julio en la zona de Darfur Oeste, donde está especialmente afectada la capital, Geneina.

“En mayo hubo una serie de ataques en algunos Estados (en Darfur), pero desde mediados de junio hemos visto bastantes más y en las últimas dos semanas es cuando hemos visto que el número, frecuencia e impacto han sido más importantes”, relató Saviano Abreu, portavoz de OCHA en Sudán, según recoge el diario El País.

“Esto tiene graves consecuencias para una población extremadamente vulnerable que ya se enfrenta a elevadas necesidades humanitarias”, avisó Abreu.

RESISTENCIA A LOS ACUERDOS DE PAZ

Jonas Horner, investigador de Sudán en el International Crisis Group explica que, aunque la violencia es frecuente en Darfur en las campañas agrícolas, este año está siendo especialmente grave por la implementación de los acuerdos de paz alcanzados en 2019.

Horner explica a El País que “varios grupos árabes responsables de desplazamientos durante el conflicto de Darfur están preocupados por el regreso a sus tierras de los desplazados y refugiados”, y agregó que, por ello, estos grupos árabes “han formado milicias” para resistir este retorno estipulado en los acuerdos de paz.

El primer ministro, Abdallah Hamdok, dijo el domingo que los asesinatos en Darfur son un “obstáculo” para la transición democrática y anunció que enviará más tropas a la región.