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Universidades del Bienestar no excluirán a estudiantes de las creadas por Morena en 2016: Raquel Sosa

Sosa ofrece disculpas a los alumnos afectados por el cambio de planes de estudios y les ofrece apoyo para graduarse y hasta becas

Sosa ofrece disculpas a los alumnos afectados por el cambio de planes de estudios y les ofrece apoyo para graduarse y hasta becas

Universidades del Bienestar no excluirán a estudiantes de las  creadas por Morena  en 2016: Raquel Sosa

Universidades del Bienestar no excluirán a estudiantes de las creadas por Morena en 2016: Raquel Sosa

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Primera de dos partes

Las Universidades del Bienestar Benito Juárez (UBBJ) no serán patito, aseguró en entrevista con este diario Raquel Sosa, coordinadora del sistema. “Acaso serán gansito —por aquello del lema presidencial de “me canso ganso”—, pero como dicen los estudiantes, al final serán águilas”.

Tras lo ventilado por Crónica en días recientes, el drama de cientos de estudiantes de las escuelas creadas por Morena en 2016, cuyas historias académicas fueron borradas por la decisión de incorporar esos colegios al programa de las UBBJ, Sosa se comprometió a respetar semestres y planes de estudio, y hasta aceptó la organización de debates para resolver inquietudes estudiantiles. A todos los alumnos, incluso mayores a 29 años, se les otorgarán becas.

Sobre el porqué no se les dejó continuar bajo el mismo esquema, indicó: “Ya no era viable ni económica ni organizativamente”. Se requería, dijo, un nuevo programa para rescatar a parte del millón de estudiantes en riesgo de abandonar las aulas por carencias económicas.

Ofreció disculpas a los afectados, “porque a veces no somos tan eficaces como nos gustaría”.

La charla transcurrió en el salón Tesorería de Palacio Nacional, tras ofrecer detalles del proyecto en la conferencia presidencial.

“He ido directamente a hablar con los chicos, para aclarar dudas —expresó Sosa—. En el caso de la Normal Santos Valdés ya está aclarado que los compañeros que están en semestres avanzados seguirán con el mismo plan de estudios, les explicamos con exactitud cuál será el nuevo programa y, para mi alegría, todos los compañeros quisieron abrirse a esta opción”.

—¿Todos? Hemos corroborado que no es así —se le comentó.

—Bueno, no todos, pero abrimos la opción y están en su derecho de buscar otras posibilidades, ya las han buscado, yo misma estoy investigando qué está pasando con ellos y acompañando el proceso, a dónde quieren estar y, a partir de esto, una buena parte están regresando a la escuela.

—Fue cercenar, pisotear una historia de vida, de chicos pobres que con mucho esfuerzo lograron años de estudio…

—Los estamos atendiendo y van a continuar, el compromiso ahora es que, en ningún caso, se van a suspender los estudios. No estamos en la perspectiva de excluir a los estudiantes, sino de incorporarlos, los planteles nuestros no son para desechar estudiantes, sino para que estudien en mejores condiciones. La primera generación de la Escuela de Derecho (Ponciano Arriaga, donde un grupo de estudiantes anunció la presentación de un amparo para evitar el cambio de régimen) saldrá en diciembre. Estoy abierta a hablar con quienes no están contentos.

—¿Por qué la decisión de incorporarlos al sistema de 100 universidades?, ¿por qué no dejar que su programa fluyera y seguirlos apoyando de una u otra manera?

—Porque no era viable ni económica ni organizativamente. Necesitábamos ya que el programa de las UBBJ, por decisión presidencial, se convirtiera en prioritario, potencialmente puede tener una cantidad de estudiantes muy grande, de acuerdo con los censos disponibles hay cerca de un millón de estudiantes que estarían en riesgo de perder sus estudios porque no tienen condiciones económicas para continuarlos. Podremos, en escuelas pequeñas de no más de mil 500 estudiantes y en municipios alejados, atender a cerca de 300 mil, es una contribución modesta por el tamaño de las escuelas, pero importante por los beneficios a la educación pública de aquellos que han sido excluidos.

—Entonces, ¿hay plena garantía de que los derechos de estos alumnos no serán atropellados?

—No sólo eso, vamos a apoyarlos hasta que logren superar las dificultades de estudio que han tenido, con becas, todos los estudios son gratuitos. Me han planteado dudas sobre programas de estudio, por eso abriremos en la escuela de derecho un mes entero para debatir, que haya modificaciones sobre lo que pudiera afectarles, reponer procesos, no hay ánimo rijoso de nuestra parte.

—¿No fueron botín político?

—Pues no sé de quién o quién pudiera estar interesado en afectarlos…

—Porque primero se abrieron las escuelas, se les apoyó, y después se les dejó en el olvido…

—No se les dejó olvidados en ningún momento, lo que pasa es que ha sido una transición muy larga, quisiéramos que el proceso de liquidación de las asociaciones civiles (con las cuales se sustentaron jurídicamente) y la incorporación al nuevo programa hubiera sido más rápida, ya les ofrecí disculpas, a veces no somos tan rápidos y no somos tan eficaces como nos gustaría, pero estamos en ese proceso, las escuelas no se han detenido. No tratamos de generar incertidumbre con los estudiantes, la educación es algo muy sensible, si perciben que sus estudios pueden suspenderse o no se les respaldará, estamos abiertos. Por ejemplo, al principio se dijo que los estudiantes mayores de 29 años no tendrían beca, pero ya no: el Presidente ya nos instruyó que aun los que tienen más de 29 años, aunque hayan dejado de estudiar, recibirán una beca.

—Usted ya coordinó las universidades de la Ciudad de México, las universidades de Morena, y ambas tuvieron un triste destino, ¿qué garantía hay de que no ocurrirá lo mismo con las UBBJ?

—Las Universidades de la Ciudad de México tienen su régimen autónomo y pueden hablar por sí mismas, y ahí está la institución, son instituciones que se mantienen, cuyas direcciones naturalmente van cambiando, y las otras universidades, que no eran de Morena aunque se financiaban con dinero de diputados y en las cuales el partido jamás tuvo intervención, pasan a incorporarse a las escuelas del Bienestar, y son de las que, en este momento, tienen mayor número de estudiantes, no están crisis, de ninguna manera.

—¿En cinco años no estaremos hablando de lo mismo, de un triste destino de las UBBJ, de que ya ­desaparecieron?

—Si Dios me presta vida y licencia, no, y el que venga después que haga lo que tenga que hacer…