El último reporte del Instituto Nacional chileno de Derechos Humanos (INDH) confirma que 197 personas, jóvenes en su mayoría, han sufrido lesiones oculares, muchas de ellas severas, al punto de perder el ojo, a raíz de la represión policial en las casi 4 semanas de protestas en el país.

“Todo fue muy rápido, pero aún recuerdo la cara del agente”, musita con rabia Christopher Rodrigo, de 24 años. Un carabinero le disparó a menos de cinco metros de distancia. Toma pastillas para dormir y sufre intensos dolores. “No quiero volver a marchar, tengo un miedo enorme a que me pase algo en el otro ojo”, reconoce.

La Unidad de Trauma Ocular del Hospital del Salvador, en Santiago, preparada para atender accidentes menores, está desbordada. “Llevo 15 años trabajando en este hospital y nunca había visto nada igual”, lamenta Rosa Valsec, oftalmóloga, tras atender otro diagnóstico de “estallido delw globo ocular”.