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“Van a morir, lo siento, así es la vida”: Bolsonaro

Se va de paseo con su familia a conversar con el pueblo. “El presidente no está en plenas facultades”: El gobernador de Sao Paulo.

Se va de paseo con su familia a conversar con el pueblo. “El presidente no está en plenas facultades”: El gobernador de Sao Paulo.

“Van a morir, lo siento, así es la vida”: Bolsonaro

“Van a morir, lo siento, así es la vida”: Bolsonaro

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, se paseó este domingo por Brasilia y conversó con sus vecinos, en contra de las recomendaciones sanitarias de mantener el aislamiento social para contener el coronavirus.

“Voy donde está el pueblo porque formo parte del pueblo y así debe comportarse el jefe de Estado”, se justificó, para luego recalcar que “no puede caerse en la histeria”. Asimismo, dijo que está “pensando” en publicar un decreto que permita trabajar a todo aquel profesional, formal o informal, que así “lo vea necesario para el sustento de sus hijos”.

Sobre la cifra de muertos, que ayer se elevó hasta las 136, veintidós más en el último día, mientras que los casos confirmados se incrementaron un 9% hasta los 4 mil 256, el líder ultraderechista hizo la siguiente reflexión: “¿Van a morir algunos? Van a morir, oye, lo siento. Esta es la vida, esta es la realidad. No podemos detener la fábrica de automóviles porque hay 60 mil muertes de tráfico al año, ¿verdad?”.

Desafío. La escapada de Bolsonaro, de 65 años, que no consta en su agenda oficial, se produce un día después de que su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, reforzarse la necesidad de quedarse en casa, incluso para los jóvenes, y de evitar aglomeraciones para contener la pandemia.

“Decidí dar una vuelta y conversé con trabajadores informales, ambulantes. Me dijeron que el comercio había caído mucho”, señaló el mandatario a los periodistas.

“Tenemos el problema del virus, nadie lo niega, pero también la cuestión del desempleo. El empleo es esencial”, comentó a las puertas de un comercio, donde intercambió unas palabras con una mujer, en medio de una nube de curiosos que intentaba registrar el momento con sus celulares.

“Hay que trabajar porque si no, el país va a quebrar”, le espetó una vecina al gobernante.

“Abra las iglesias, por el amor de Dios”, le pidió otra.

El comportamiento de Bolsonaro, que no se cansa de llamar “histéricos” a los gobernadores por apostar por el confinamiento, llevó al más poderoso de todos, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, a llegar a la conclusión de que el presidente de Brasil “no está en plenas facultades mentales para poder liderar”.

Por ello, anunció, “está en manos del congreso (única institución que podría juzgar a Bolsonaro) evaluar y tomar una decisión acerca del proceder de Jair Bolsonaro ante una crisis como esta”.