La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, recabó ayer apoyo político, comercial y humanitario de Rusia para garantizar la supervivencia del régimen que preside Nicolás Maduro.

“Venezuela no necesita una intervención militar. Nuestro continente no necesita una intervención militar, ni de Estados Unidos ni de nadie. Necesitamos paz, estabilidad y tranquilidad”, dijo Rodríguez en rueda de prensa tras reunirse con el secretario de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

Lavrov consideró que una intervención militar de EU es “posible”.

Rodríguez anunció que “Maduro ha instruido que la oficina de Petróleos de Venezuela (PDVSA) que se encuentra en Lisboa (Portugal) sea trasladada a Moscú”. “Europa no da garantías de respeto a nuestros activos”, argumentó Rodríguez para justificar el traslado.

Además, la número dos del régimen chavista dio las gracias al presidente ruso, Vladímir Putin, por su apoyo “al gobierno constitucional y legítimo que preside Nicolás Maduro” y anunció una serie de medidas para reforzar, por orden de Maduro, la “asociación estratégica” con el Kremlin.

En materia humanitaria, Rodríguez negó que Venezuela sufra una crisis y aseguró que países como Colombia o Paraguay son mucho más pobres, aunque informó que Maduro ha dado “instrucciones muy claras” para que los alimentos y medicamentos que el país necesita “sean adquiridos” en Rusia, y “nunca” en aquellos que “realizaron acciones unilaterales, arbitrarias e ilegales contra Venezuela”.

SANCIONES. Por otra parte, ayer el gobierno de Estados Unidos impuso sanciones a seis altos mandos de la policía y el ejército venezolano, que dijo que son “próximos al ilegítimo expresidente Nicolás Maduro”, y a los que acusó de estar implicados en el bloqueo de la entrega de ayuda humanitaria.

Asimismo, este viernes Washington también revocó los visados a 49 “aliados” de Maduro y sus familiares, quienes a partir de ahora no podrán residir en EU ni entrar al país.