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El sábado 21 de noviembre de 1998 una asamblea de trabajadores del periódico El Día resolvió destituir al director, el periodista José Luis Camacho López y a los miembros del consejo de administración encabezados por Enrique Ramírez Cisneros. Fundado en 1962, ese diario ha sido propiedad de una sociedad cooperativa. Los promotores de las destituciones estaban en desacuerdo con la conducción del periódico, cuyos directivos procuraban modernizar la maquinaria para que fuese más competitivo.
Dicha asamblea fue convocada sin que se cumplieran las formalidades legales y en ella participaron pocos trabajadores junto con personas ajenas a la cooperativa. Más que un espacio para que los propietarios del diario pudiesen deliberar, la asamblea, que apenas duró 50 minutos, fue instrumento para que un grupo desplazara a otro.
Al director, José Luis Camacho y a otros trabajadores depuestos ni siquiera los dejaron entrar a las instalaciones del diario. Desde entonces ellos buscaron, por la vía legal, la restitución de sus cargos y de sus derechos como cooperativistas.
Al cabo de 50 meses, el pasado 15 de enero el Décimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito resolvió que Camacho y sus compañeros pueden volver a hacerse cargo de El Día.
Ese Tribunal ratificó una sentencia de septiembre pasado, dictada por la segunda sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, que anulaba los efectos de la asamblea realizada en noviembre de 1988 en la Sociedad Cooperativa Publicaciones Mexicanas S.C.L., editora de El Día.
Así que Camacho, Ramírez y el resto de los miembros del Consejo de Administración, que fueron ilegalmente impedidos para cumplir con sus responsabilidades en esa empresa, pueden regresar a ellas. Antes de que eso ocurra, el grupo que hasta ahora se encargó de la cooperativa tendrá que entregar cuentas de más de cuatro años.
Los periodistas depuestos aseguran que a fines de 1998 si bien la situación del diario era difícil, había recursos en caja y cuentas por cobrar suficientes para enfrentar los gastos más importantes de la empresa. Ahora en cambio, los conflictos internos y sobre todo el deterioro en la presencia pública de ese diario, que ya experimentaba problemas de comercialización desde tiempo atrás, han dejado a El Día en una situación ruinosa de la que difícilmente podrá recuperarse.
Se asegura que muchos trabajadores no cobran salarios desde hace más de un año. El diario subsiste con un tiraje meramente simbólico (Camacho y sus compañeros dicen que se imprimen mil ejemplares diarios pero quizá exageran) y su inminente quiebra ha sido comparada con las vicisitudes de periódicos que han desaparecido, como Novedades y México Hoy.
Así que aun cuando se ha ratificado que tenían la razón al denunciar que su destitución había sido injusta, es poco lo que podrán hacer los directivos que con tanta intolerancia fueron echados de El Día hace más de cuatro años.
No son pocas la tradición y la importancia política, en beneficio de la libertad de ideas, que ha tenido ese cotidiano. Fundado en 1962 por don Enrique Ramírez y Ramírez, El Día fue espacio de encuentro y expresión de las corrientes avanzadas del PRI, así como de la izquierda que México tenía en aquellos tiempos. Sus posiciones antiimperialistas lo distinguieron del resto de los periódicos del país.
En épocas de áspera cerrazón gubernamental a la información que discrepara de las versiones oficiales en El Día, sin ser un diario de oposición, se expresaron los estudiantes disidentes a fines de los sesenta y la insurgencia sindical de los setenta. Numerosos autores voluntaria o forzosamente alejados del resto de la prensa, encontraban allí una tribuna abierta a sus puntos de vista. En El Día don Francisco Martínez de la Vega publicaba su columna “En la esquina” cinco veces a la semana.
ALACENA: Los diputados más conocidos. El 86% de los ciudadanos no recuerda el nombre de ningún diputado. Y entre quienes sí se acuerdan de alguno la mayoría tiene presente, en primer lugar, al perredista Félix Salgado Macedonio.
De acuerdo con la empresa de investigación Consulta Mitofsky, cuando les preguntaron el nombre del primer diputado que recordasen el 5.3% de los entrevistados (en una encuesta telefónica nacional realizada en diciembre) mencionó a ese legislador guerrerense. El segundo lugar pero solamente con 2.9% de menciones fue para Beatriz Paredes, que en aquellas fechas acababa de concluir su gestión como presidente de la Cámara de Diputados. El 1.7% mencionó a Andrés Manuel López Obrador que no es diputado y otro 1.7% a “Pancho Cachondo” también conocido como Francisco Solís, que no es legislador federal sino miembro de la Asamblea del DF.
Correo electrónico: rtrejod@infosel.net.mx
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