Opinión

El Vaticano electoral 4-T

Vaticano La gente hace fila para entrar en la Basílica de San Pedro y rendir homenaje al difunto Papa Francisco. (EFE)

Cansados ya de repetir hasta la saciedad los eternos ritos protocolarios de toda la vida, los cardenales de la iglesia Católica, reunidos en el Sacro Colegio determinaron olvidarse de las añejas prácticas de un cónclave de clausura, espacio de intrigas y murmullos de sedas al roce de los encuentros casuales, las sugerencias apenas advertidas, las señas sibilinas; los dobles y triples significados jesuíticos y los secretos y elaboraron dentro de esa misma asamblea cerrada, un adendum al canon 351.2 para crear una institución alterna: el Instituto Vaticano Electoral cuya finalidad principal será democratizar el proceso, alejando para siempre la invisible y paradójicamente falible decisión del Espíritu Santo –quien a lo largo de la historia ha sido el gran elector: no de un dedazo, sino de un aletazo de su colombina imagen--, a quien se citó a manifestarse de manera visible y comparecer sin reserva alguna ante los purpurados en el último cónclave, sin haber recibido respuesta de su parte a pesar de haberse publicado un edicto en “L’Osservatore romano” y difundido varios apremios corteses pero firmes, a través de Radio Vaticano, pero ni así se ha aparecido el pichón, lo cual generó muchísimos comentarios adversos, especialmente de los electores africanos, Fridolin Ambongo Besungu de Kinsasa y Robert Sarah, de Guinea quienes señalaron, además, la tendencia discriminatoria de representar siempre al Espíritu Santo como una blanca paloma cuando pudieron haber puesto una oscura, pues también esas aves son hijas de Dios, como ellos, a quienes se ha mantenido –valga el juego de palabras--en el oscurantismo cutáneo durante tantos siglos, por eso dijeron ya basta, pero mientras tanto los cardenales formaron una comisión asesora para constituir el Novísimo y Pontificio Instituto Electoral Vaticano o Vaticano Electoral, para lo cual buscaron a Arturo Núñez quien se excusó por razones de laicismo militante; y tampoco pudieron contar con el auxilio de Leonardo Valdés, porque le cortaron el teléfono y tampoco localizaron a Manuel Bartlett quien presidió la Comisión Nacional Electoral de México, porque su fama en la caídas de un sistema de conteo llenó de suspicacia a quienes pugnaron por la limpieza del proceso, porque en manos del ex gobernador de Puebla –dijeron--, habría un ganador por 300 votos aun cuando en la lista cardenalicia no haya sino 135, pero si ya no se cuenta con los milagros del Espíritu Santo y su providencial intervención, siempre hay lugar para la humana maniobra, cosa absolutamente rechazada por quienes tratan de olvidar el antidemocrático legado constitucional del Pio X quien dejó las cosas en el estado actual, el mejor entre todos los posibles, y por tanto, el Instituto deberá garantizar –si no es en esta ocasión, sí en la otra-- un cónclave sin intromisiones o escuchas clandestinas, alejado además del consumo de comida chatarra porque en la casa Santa Marta, donde se alojan los obispos y demás jerarquías eclesiásticas, se descubrió una tiendita donde se intentaba distribuir al menudeo sustancias peligrosas, comercio atajado con oportunidad por la Guardia Suiza, la cual de paso y para evitar ataques gotosos o algún coma diabético propiciado por el consumo de alimentos sobrados de azúcar, conservadores y grasas, prohibió todo comercio, excepto el importado desde la diócesis de Palenque donde se fabrican las hostias del bienestar, cuyo contenido eucarístico se ve adicionado con proteínas derivadas del chipilín, con un notable agregado de molienda de cacao, del mismo utilizado en recetas de los pueblos originarios del Tabasco fundador del consumo mundial del chocolate y utilizado en la nutrición del pueblo mexicano a través de los siglos y ahora con la marca Rocío, con cuyos aromas dulces los cardenales podrán sentir los aromas del cielo en cada taza de su chocolatito, mientras elucidan el misterio electoral una vez expulsado el ya dicho Espíritu Santo de cuya eficacia se duda cuando se deben repetir y repetir las votaciones sin consenso ni acuerdo definitivo.

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