
El malogrado operativo para capturar a Ovidio Guzmán, lo que se conoce como el Culiacanazo, fue la tarde del día más difícil en décadas para el Ejército mexicano.
La fracción de los Chapitos, hablo de finales del 2019, estaba en pleno ascenso y tuvo una reacción rápida y diabólica. En pocos minutos tomaron las calles de Culiacán cientos de pistoleros a las órdenes de Iván Archivaldo Guzmán, y coordinados, se dice, por Humberto Figueroa, el Perris. Amagaron con desatar una matanza.
Familiares de soldados estuvieron varias horas en la mira. El Ejército tuvo que dejar ir a Ovidio siguiendo órdenes del comandante supremo, que meses después estaría saludando a la abuelita de los Chapitos durante una taquiza cerca de Badiraguato. De no creerse.
Las cosas han cambiado muchísimo. La abuelita murió, Ovidio está en una cárcel de Estados Unidos, Iván Archivaldo escapa corriendo por el drenaje y el Perris ya fue abatido por el propio Ejército. Fue legítima defensa.
El Culiacanazo sigue doliendo, pero menos.
Cuenta regresiva, oportunidad para la Justicia
Arrancó a la cuenta regresiva para la elección de integrantes del Poder Judicial, que será el próximo domingo primero de junio. Un ejercicio democrático sin antecedentes en el país que significa una prueba para el gobierno federal, principal promotor del proceso, y para el INE que tiene a su cargo la parte operativa.
El INE ha hecho, hay que reconocerlo, un esfuerzo enorme en circunstancias complejas. También estarán a prueba los ciudadanos porque ejercer el voto será esta vez mucho más que cruzar los colores del partido favorito. No hay logos, emblemas, colores, ni apellidos conocidos.
Hay que hacer una investigación previa para ejercer el sufragio con conocimiento de causa.
A pesar de todo eso, lo cierto es que se pueden adelantar que el resultado responderá al interés de la fuerza política con capacidad de sacar a la gente de sus casas y convocarlas a que acudan a las urnas. La expectativa es que al final del día el país tenga un Poder Judicial legitimado, comprometido para dejar atrás los vicios del pasado, con la voluntad de darle una oportunidad real a la justicia.
Violencia y castigo
La violencia ha sido el rasgo distintivo de las campañas para la elección de alcaldías en Veracruz. El ataque más reciente estuvo dirigido a la candidata del PT para Misantla, Aracely Pérez. Su marido, que la acompañaba, recibió un tiro.
Según reportes de la prensa local, Aracely lleva ventaja en los sondeos y sus agresores quisieron intimidarla. Una elección bajo el signo de la violencia. Se dice que la estrategia de fondo es promover el abstencionismo para favorecer a ciertos candidatos con capacidad de movilización.
Mientras tanto, en Durango la prensa habla de un inminente voto de castigo, ya que el gobernador, Esteban Villegas, no logra dar respuesta positiva a las demandas más sentidas de la gente, comenzando por el acceso al agua potable, que una demanda añeja y siempre postergada.
Violencia y voto de castigo se perfilan para dominar la jornada electoral de Veracruz y Durango del próximo domingo.
La CNTE
El Gobierno de México ha respondido con hechos a las demandas de la CNTE y del magisterio en general. Congeló la edad mínima de jubilación del ISSSTE (58 años hombres, 56 mujeres), se complementa el 10% de aumento salarial a partir de septiembre, más una semana extra de vacaciones.
También se condonaron deudas e intereses del Fovissste a 24 mil maestras y maestros. Compromiso de la Presidenta con el magisterio hay. Ahora la palabra de no confrontación la tiene la CNTE.
Por cierto, Los activistas de la CNTE cayeron en cuenta de que todavía no han ido al INE a arruinarle el día a los ciudadanos que estudian y trabajan en el profundo sur de la CDMX.