
Llevar ante la justicia de su país a las empresas americanas que fabrican y venden armas a los carteles mexicanos de la droga, hoy considerados por el Tío Sam grupos terroristas, fue una buena idea que ha dejado dividendos positivos.
El caso llegó hasta la Suprema Corte de Estados Unidos y se convirtió en tema de conversación en el Capitolio y en los medios más importantes de ese país.
En el tema de las armas, los que están en falta son ellos, los norteamericanos, que se quejan amargamente del poder de fuego de los carteles, pero no dicen que ellos mismos los empoderan.
Es un negocio siniestro el de la venta de armas. Los comerciantes de armas son todo menos ingenuos, saben bien que les venden fusiles a sicarios despiadados. Hay que agotar todas las instancias legales y comenzar de cero si es necesario porque esas armas americanas causan miles de hogares enlutados en México.
¿Y qué piden los activistas?
En la batalla de las percepciones, la violencia extrema a la que recurre la CNTE en sus movilizaciones impide ver sus demandas. Incluso puede haber demandas justas, pero se pierden en el humo de los incendios y en el ruido de los cristalazos.
En lugar de sumar apoyos populares acumulan voces que le piden al gobierno que los contenga de una buena vez. Atacan a la población y después quieren que la gente los comprenda y los apoye, no tiene ningún sentido. Conjugan el verbo vandalizar en todos sus tiempos.
Quieren provocar al gobierno para que sostenga una batalla campal con ellos, para que se den de garrotazos sin importar las consecuencias. Es una agenda política de cambio a través de la violencia y la destrucción. Las bases de la CNTE harían bien en sacudirse esos liderazgos.
Delegación mexicana en Washington
Una delegación plural de legisladores mexicanos viajó a Estados Unidos para promover, ante sus colegas norteamericanos, el punto de vista de nuestro país sobre temas ultrasensibles, como el impuesto a las remesas que es un gesto hostil de lesa humanidad.
Se dirá que se movilizaron demasiado tarde, pero nunca es tarde para hacer lo correcto. En el grupo mexicano hay de todo, pero también gente valiosa con autoridad moral para negociar con pares estadounidenses. Como es natural los acompañó en sus diligencias el embajador Esteban Moctezuma, que es un profesional.
Es clave que los puntos de vista de México se difundan en Estados Unidos de la manera más amplia, porque son razonables y en nada afectan ni al gobierno ni a la gente del vecino país.
Elon vs. Donald
El quehacer político internacional descendió a niveles más bajos que el inframundo con la aventura política que enlazó, por unos meses a Elon Musk con Donald Trump que intercambiaban un día sí y otro también halagos empalagosos.
En estos días dirimen, ante la mirada atónita del mundo, su patética ruptura. De no ser porque se trata de dos tipos con un poder inmenso, sus desplantes serían solo bochornosos, pero se tornan peligrosos por tratarse del hombre más rico del mundo, que controla la red X, antes Twitter y el presidente del país, todavía, más poderoso del planeta.
Este nivel de liderazgo causa pena ajena. Musk dejó en México un tiradero y Donald se ensaña con nuestro país para congraciarse con su electorado. Elon ya deslizó que Trump está en la lista de pedófilos de Epstein. Peor, imposible.