
Un segmento crecientemente visible y sin partidismos ha comenzado a responderle a la mezquindad histórica de Donald Trump en algunas ciudades capitales. Es el caso del alma mexicana a ambos lados de la frontera.
ALMA es una expresión colaborativa de activismo, desglosada como Alliance of Mexicans and Americans, en combinación con Fuerza Migrante, Mi familia Vota, Mexican Press Agency y otras asociaciones de base, así como células de activistas. Busca contener al liderazgo autoritario del magnate peleonero irritado por su repliegue obligado ante fuerzas corporativas y globales. Se ganó su apelativo de TACO —Trump Always Chickens Out— y en parte compelido a ganar batallas con los más débiles. Se concentra en un plan de acción autodesplegado como indispensable, con independencia de las reacciones en contra y a pesar de todas ellas.
El inicio de tales proyectos, como la amenaza de un impuesto de 3.5 por ciento en las remesas y redadas antimigrantes crea, sin embargo, una oportunidad para reactivar, reunir, reidentificar a una comunidad como es el caso de ALMA.
Ese gravamen busca reducir los flujos migratorios y erosionar el envío de remesas, columna vertebral de economías latinas, las cuales han sido incapaces, mayormente, de generar suficientes empleos para sus respectivas juventudes. En 2024, México recibió alrededor de 62 mil 500 millones de dólares, casi 4 por ciento del PIB.
Contra el empuje proteccionista de Trump, y sus herramientas político-económicas, anima la organización múltiple de formas de acción colectivas e individuales en la defensa de las comunidades migrantes y del gobierno mexicano.
México comienza a afinar su defensa: combinar diplomacia económica, colaboración financiera con instituciones como el Banco Mundial, donde la presencia de Diana Alarcón, representante del Gobierno de México ante ese organismo y una de las colaboradoras más inteligentes, experimentadas y capaces de la Presidenta Claudia Sheinbaum, es central con argumentos jurídicos en espacios internacionales.
La respuesta a Trump ha sido una defensa diplomática. En la mañanera del viernes, la Presidenta cuestionó la injusticia de una doble contribución y su impacto para los países y familias. “No estamos de acuerdo con ese impuesto y desde aquí estamos trabajando para que no sea aprobado en el Senado de Estados Unidos”, dijo.
Contribuyen los senadores y legisladores estadounidenses para abrir el diálogo sobre las implicaciones de la medida. Estas fueron resumidas en una serie de videos presentados por la mandataria donde trabajadores mexicanos reclaman el gravamen sobre una ganancia de la cual ya pagaron impuesto.
En la defensa se suman campeones mundiales de boxeo como José Luis Bueno, Daniel Zaragoza, Jessica Nery Plata o jóvenes profesionistas como mis hijos Aura y Pedro Guerrero, ambos abogados en DC. La postura de defender a nuestra gente es la mejor pelea que podemos dar. En el cuadrilátero, en la calle, en los medios.
Se discute el derecho de los migrantes a contribuir a su país sin castigo, se cuestiona una doble tributación que elimina recursos vitales para familias y erosiona economías locales. La tensión llegó a las calles en Los Ángeles e implicó arrestos de inmigrantes. La presencia de la Guardia Nacional ante las protestas profundiza la incertidumbre.
El éxito de Trump en frenar el paso de migrantes hasta ahora ha sido notorio, según algunas notas estadounidenses. La mano dura tiene un respaldo poderoso dentro del electorado blanco rural, donde sí se atienden las sugerencias del otrora mejor amigo de la Casa Blanca, Elon Musk.
México enfrenta la atención sesgada proestadounidense de la OEA respecto de la elección judicial. En la Ciudad de México, gobernada por Clara Brugada, en el Ejecutivo encabezado por Sheinbaum, del territorio local al nacional y a la interacción global. Las calles parecen listas como a veces lo están hartas de causas ajenas a la comunidad.